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Acaba el verano de la alegría turística

Los hoteleros califican la campaña de "histórica", pero reclaman más promoción para que aumente el turismo extranjero

El verano se despide con rayos de sol después de años de nubarrones. La temporada estival, que concluye mañana, deja un sabor muy dulce en la región. Tanto, que los hoteleros se atreven a calificarla de "excepcional e histórica". Los datos así lo demuestran sobre el papel con tasas de ocupación que, en agosto, rozaron el noventa por ciento y un turismo internacional que crece como la espuma, aunque no al ritmo deseado. Las asociaciones hoteleras reclaman al Principado una mayor promoción del producto local en el extranjero y una mejora de las comunicaciones. También solicitan medidas para descentralizar el turismo y aumentar la estancia media de los visitantes, que se sitúa entre los dos y tres días. Pese a ello, los empresarios insisten en que el sector ha conseguido despegar, gracias a un verano que se acerca ya a los de antes de la crisis. El repunte se debe al buen tiempo, a la celebración de actividades culturales y deportivas con tirón nacional y a la "alegría" económica.

A esa alegría se refiere Toño Sánchez, presidente de la Asociación de Empresarios de los Picos de Europa (Incatur): "La crisis existe, pero se nota un avance importante". Sánchez asegura que "hay que remontarse diez años atrás para encontrar una campaña estival tan fantástica como esta". Lo mismo opina Daniel García, vicepresidente de la Unión Hotelera de Asturias, quien indica que el precio medio de las habitaciones creció hasta situarse en agosto en los 70 euros y "sin quejas" de los clientes. Ese mes fue sin duda el estrella del verano, como destaca Carlos García, responsable de un hotel en Cudillero. "Fue bueno, bueno", insiste García, que lo atribuye al calor. "A partir de la última semana de agosto, el sol aflojó mucho y eso se notó bastante. Estamos teniendo un septiembre flojo, que nos ha obligado a recurrir a las tarifas de temporada baja", agrega.

La nubes castigan a la costa, pero no al interior. Concretamente a Oviedo, donde el mes de septiembre está dejando más dinero de lo esperado. Al margen de las fiestas de San Mateo y de los conciertos de La Ería, Daniel García cree que el partido de la Selección Española de Fútbol, el Rally Príncipe de Asturias, la Vuelta Ciclista España y la gira de la Guardia Real por el Principado han sido claves para llenar las habitaciones de la capital. "La región necesita eventos especiales, diferentes a los que se pueden encontrar en otros puntos de España", apunta García.

Pese a los buenos datos registrados este año en turismo internacional -el Principado es la autonomía del país en la que más ha crecido en un año la llegada de extranjeros-, los hoteleros piden al Gobierno autonómico una mayor promoción de los encantos de la comunidad. "En este aspecto queda todo por hacer. El principal problema que tenemos son las comunicaciones. No hay vuelos y eso aleja al extranjero de Asturias", sostiene Ricardo Soto, vicepresidente de la Asociación de Turismo Activo y Albergues. Dada la escasez de vuelos internacionales, Antón Puente, responsable de la cadena hotelera Arcea, comenta que son muchos los turistas que utilizan el aeropuerto de Santander antes que el de Santiago del Monte. "Es la gran asignatura pendiente que tenemos. Hacen falta mayores promociones", señala.

Por otra parte, Adriano Verdasco, de la Federación Asturiana de Turismo Rural indica que "no podemos perder la guardia con la promoción". Una promoción que a su juicio habría que reforzar no sólo a nivel internacional, sino también nacional. Los empresarios abogan por darle un giro a la campaña turística de Asturias con el objetivo de descentralizar las visitas en la región. "Al final, la gente se queda en los sitios típicos: Covadonga, Oviedo, Gijón y Cudillero, y no conoce nada más", opina Ricardo Soto. Esa nueva campaña pasaría también por aumentar la estancia media de los turistas en los hoteles, que no supera ni los tres días. "Una gran parte de los visitantes vienen de paso y ese es un tema que tenemos que corregir haciendo más atractiva la comunidad", expresa Toño Sánchez, cuyo área de influencia son los Picos de Europa.

De cara a los próximos meses, la previsión no es muy esperanzadora, aunque los hoteleros precisan que todo dependerá del tiempo. De hecho, septiembre está viniendo más flojo de lo esperado, debido a la lluvia, como asegura Ricardo Soto, de la Asociación de Turismo Activo y Albergues. Daniel García, de la Unión Hotelera, espera "ocupaciones aceptables" para lo que queda de mes y para octubre. "En Oviedo tenemos los premios Princesa de Asturias que siempre animan algo. De todas formas, a partir de esa fecha, los hoteles bajan bastante. Diciembre es un mes muy pobre", añade.

La Federación Asturiana de Empresarios (FADE) hizo a principios de mes un balance más que positivo del verano, donde julio dio la sorpresa. Durante este mes, según la organización, la ocupación media se incrementó en torno a un 10 por ciento hasta situarse en el 63 por ciento. Sin embargo, las cifras se dispararon en agosto con el 87,5 por ciento de los alojamientos llenos, lo que supone un repunte del 3,5 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. En el ámbito de la restauración, las ventas también evolucionaron favorablemente. Los turistas vuelven a pedir la carta, en vez de menús cerrados como sucedía desde 2006. De ello da buena cuenta Antón Puente, de la cadena Arcea, que aprecia que los visitantes ya no les cuesta tanto sacar el monedero del bolsillo. "Antes sólo querían menú o tapas. Ahora ya te piden la carta", concluye.

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