Asturias continúa este curso escolar como la comunidad autónoma con el precio del menú escolar más bajo, al mantenerlo en tres euros diarios, según los datos facilitados hoy por la Confederación Española de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa).

En España, los menús escolares varían de los 3 euros de Asturias a los 6,50 euros de Baleares, según el informe, que advierte de que el servicio de comedor se está financiando muy poco por las comunidades.

Ceapa, en contra de la externalización a través de empresas de catering, ha pedido que vuelvan las cocinas a los colegios, un objetivo en el que trabajan un grupo de Anpas (Asociaciones de Padres de Alumnos) y de federaciones que han creado una plataforma para controlar la calidad de los menús que se ofrecen en los comedores escolares.

Los precios de los menús han variado ligeramente en este curso. En siete comunidades y en Ceuta han bajado (Navarra, Aragón, Cantabria, Madrid, Castilla La Mancha, Castilla y León, La Rioja y Ceuta), en ocho se han mantenido (Baleares, Cataluña, Murcia, Andalucía, Galicia, Comunidad Valenciana, Canarias y Asturias) y en una se ha incrementado (en Extremadura, un 1 %).

Asimismo, la Confederación Española de Padres y Madres de Alumnos ha pedido a las familias con alumnos en enseñanza obligatoria que reclamen a los centros educativos el dinero que les han costado los libros de texto porque Educación les ha asegurado que "tiene que darse la gratuidad".

De esta forma, el presidente de Ceapa, Jesús Salido, se ha referido a la respuesta que han recibido de la pregunta que plantearon al Ministerio hace dos meses: "¿Cuál es la obligación y la base legal para que las familias tengamos que comprar los libros de texto?".

En la respuesta de Educación se dice lo siguiente: "Las funciones y servicios en materia de enseñanza no universitaria fueron transferidas a todas las comunidades autónomas".

Y continúa: "A ellas corresponde, como administraciones educativas, prestar el servicio público de la Educación en sus territorios y adoptar las decisiones que procedan sobre adquisición, financiación y préstamo de libros de texto y materiales didácticos".

Esta contestación, que les llegó el 9 de septiembre -"después de que se iniciara el curso escolar", apunta Salido-, les da "la razón", según la confederación. "Las administraciones educativas tienen que aportar todo el material necesario en etapas obligatorias. No son las familias ni el alumnado quien tiene que adquirirlo con sus medios en la etapa obligatoria", mantiene.

Para reclamar el dinero, Ceapa aconseja a los padres que reúnan todos las facturas de los libros y rellenen un documento base que se encuentra en la web de la confederación, para luego remitirlo al centro escolar.

En el inicio del nuevo curso escolar, los representantes de Ceapa han ofrecido una rueda de prensa para valorar estos primeros días que están siendo, según Salido, "problemáticos, caóticos e inaceptables", porque a la política de "recortes" se ha unido la implantación "apresurada" de la Lomce.

Según Salido, la "publicación tardía" de los contenidos de Secundaria y Bachillerato ha producido un "desabastecimiento" de libros de texto, lo que ha provocado "incertidumbre y confusión" en las familias, ya que se les traslada que "sólo podemos aprender si tenemos un libro de texto".

"Hay familias nerviosas, pero nos parece estupendo que haya desabastecimiento, porque no hacen falta (los libros). Ojalá tengan que plantearse reutilizar lo que ya tienen o, si no, los contenidos 'online'", han dicho los representantes de Ceapa, que han pedido un nuevo modelo pedagógico y educativo, que utilice herramientas con las que están familiarizados los alumnos, las nuevas tecnologías.

Un modelo en el que el libro no figure como el único recurso educativo, porque es "anacrónico", y de lo contrario, según el tesorero de la entidad, José Luis Pazos, se puede llegar al "adoctrinamiento".

Salido ha subrayado la "carga" económica que supone para las familias la compra de los libros y ha denunciado la "presión de las editoriales para que se siga obligando a mantener los libros de texto en las aulas".

Ni las familias ni las administraciones que dan de forma gratuita los libros deben gastarse dinero en ello, según Salido, que ha incidido además en las quejas que se están recibiendo por los deberes y se ha mostrado en contra de toda actividad obligatoria fuera del horario lectivo, ya que, además, genera desigualdades pues algunos niños pueden recibir clases de apoyo y otros no.