Asturias estrena a las 10.21 horas de hoy un otoño más cálido y húmedo de lo normal, tras un verano que, al igual que en 2014, resultó "muy caluroso y seco", con precipitaciones por debajo de la media estacional de los últimos treinta años. Así lo puso ayer de manifiesto en Oviedo el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Manuel Mora, quien avanzó que las dos primeras semanas de la estación entrante estarán marcadas por una situación "anticiclónica", pero con temperaturas "algo frescas" en los próximos días, debido a la llegada de vientos del Norte. Los termómetros remontarán a partir del lunes.

Los valores normales del otoño en Asturias en las tres últimas décadas se sitúan entre los 14 y los 14,8 grados de temperatura, mientras que las precipitaciones vienen oscilando entre los 264 y los 336 litros por medio cuadrado. "La previsión es que este año haga algo más de calor y que también llueva más", indicó ayer Mora. Se trata de un panorama muy similar al que se espera a nivel nacional. Es decir, temperaturas y lluvias ligeramente por encima de lo normal para este periodo del año, pero tampoco de forma especialmente significativa.

En concreto, en el conjunto de España, la previsión es que las temperaturas estén un grado por encima de la media, según indicó ayer la portavoz estatal de la Aemet, Ana Casals. Además, confirmó que se esperan más precipitaciones de lo normal, sobre todo en el Noroeste, debido a un mayor impacto en Europa del fenómeno meteorológico conocido como "El Niño".

El balance del verano deja en Asturias una temperatura media de 18,3 grados, lo que significa un incremento de 0,6 grados sobre el nivel considerado normal. Por contra, el volumen de precipitaciones no llegó al 80% de lo que suele ser habitual entre junio y agosto. Mora subrayó que julio fue un mes "especialmente caluroso", con una media de 19,7 grados en la región, lo que supone un incremento de 1,4 grados sobre el valor medio de las tres últimas décadas. Aunque no hubo fenómenos que puedan ser calificados de olas de calor ni tampoco cifras récord, el verano sí que dejó algunos picos destacados, como los 36,4 grados que se alcanzaron en Mieres el 30 de agosto. Se trató de la máxima estacional en la región, mientras que la mínima fueron los 3,2 grados que marcaron los termómetros en Degaña el 13 de junio. La mayor racha de viento se registró en el cabo Busto. Alcanzó 127 kilómetros por hora a finales de agosto.

Aunque llovió menos de lo que suele ser habitual, el verano que hoy nos deja sí registró una importante actividad tormentosa en Asturias, con más de 22.000 descargas eléctricas. El mes más activo en este sentido fue el de junio, que sumó 15 días de tormenta, seguido de agosto con 7 días, y de julio con seis jornadas.

En lo que se refiere a lluvias, el valor máximo se registró el 4 de junio, cuando se recogieron 41,2 litros por metro cuadrado en la estación fija de seguimiento que la Agencia Estatal de Meteorología tiene en la localidad piloñesa de Bargaedo.

Como las témporas

Este año hidrológico se sitúa "ligeramente por encima del valor medio", según indicó Manuel Mora. En total, se han registrado 1.163 litros por medio cuadrado, frente a una media de 1.104 litros. Este incremento tiene que ver, según explicó el delegado de la Aemet en Asturias, con las abundantes nevadas de los meses de febrero y marzo, que han permitido superar un verano marcado, además de por el calor, por la escasez de precipitaciones

Mora aseguró que las altas temperaturas de los dos últimos veranos en Asturias, especialmente en el ala occidental de la región, no permiten hablar ya de una tendencia meteorológica. "Para eso necesitamos periodos de tiempo bastante más amplios", advirtió el delegado territorial de la Aemet. En todo caso, el verano también fue especialmente cálido a nivel nacional, con una temperatura que superó en 1,5 grados la media de los últimos treinta años, hasta alcanzar los 24,5 grados,

Se trata del segundo verano más cálido desde 1961, solo superado por el de 2003. En este periodo se ha producido la ola de calor más larga desde que hay registros en España, con 22 días de termómetros por encima de la media en 30 provincias.

La previsión meteorológica oficial no difiere demasiado de la interpretación de las témporas que realiza la piloñesa Tea Undagoitia Pérez, una de las mujeres asturianas que más sabe de este ancestral método de predicción y que solo difiere de la versión científica de la Aemet en el volumen de lluvia previsto, que ella apunta menor. "Va ser un buen otoño porque, aunque puede llover algún día, hacer invierno no hará", resume la mujer.