El vídeo estremece. Un perro aúlla desconsoladamente al ser arrastrado por una carretera cubierta de barro. Quien lo empuja, al volante de un todoterreno, es su dueño, provocando la exaltación de otros canes que se quejan a su manera: ladrando.
Éste ha sido el último caso de maltrato animal, ocurrido en Barredo (Tineo) y grabado por un testigo, pero no el único. El suceso recuerda mucho al vivido el año pasado en El Entrego, donde un vecino ató a su mastín - llamado "Nalón"- a la defensa de su vehículo y lo arrastró durante varios metros por las calles de la localidad. En la lista asturiana de animaladas hay mucho más: perros envenenados, canes degollados, una yegua arrojada viva a una escombrera, una tigresa abandonada... Las protectoras del Principado, que constatan un aumento de las denuncias, piden a las administraciones mano dura para evitar que "los agresores se vayan de rositas a casa". Los defensores de animales se quejan de la "pasividad" del Gobierno regional y solicitan que los procesos penales se aligeren.
"En muchos casos, tardan tanto en actuar que nos exponemos a que la mascota sea asesinada", protesta Eva Rodríguez, portavoz de Adoptastur, uno de los colectivos -junto a Adelante- que han presentado una denuncia contra el autor de los hechos de Tineo. Rodríguez insiste en que lo importante ahora es conseguir que decomisen al animal. "Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance. Por lo pronto, ya hemos presentado un escrito en el Juzgado de primera Instancia e Instrucción de Tineo en el que se solicita la retirada del animal", explica. El vecino denunciado ha preferido no hacer declaraciones ni contar su versión de los hechos. En conversación con LA NUEVA ESPAÑA ha explicado que en estos momentos quiere esperar a que todo el proceso termine para que sus palabras no puedan ser malinterpretadas o sacadas de contexto.
Uno de los principales problemas con los que se encuentran en la actualidad las protectoras son, según denuncian, las trabas que pone la Administración para tomar cartas en el asunto. "Me alucina que después de lo ocurrido y de presentar vídeos y fotos, no se le quite a su propietario el perro de inmediato", protesta Dolores Moreno, responsable de la asociación Amigos del Perro. El tinetense es además reincidente, como asegura Adoptastur, pues ya había sido denunciado ante la consejería de Desarrollo Rural por un presunto delito de violencia animal. "Pasan de todo. Lo denuncias y no hacen ni caso", asegura Elena López, representante de Anadel (Asociación nacional de animales con derechos y libertades). Eva Rodríguez ahonda en este tema: "Nos vemos con las manos atadas. Porque aunque existan pruebas y el delito esté tipificado en el Código Penal, tardan mucho en actuar. Eso nos obliga a las asociaciones a cometer delitos por salvar a un animal. Estás viendo que lo está pasando tan mal, que a veces coges y te lo llevas". "Si seguimos la ley, los animales mueren", remata.
En este mismo sentido se pronuncia Dolores Moreno: "Tenemos que estar peleando contra los maltratadores y los jueces". A la responsable de Amigos del Perro le preocupa "la falta de sensibilidad de las autoridades". "No hemos avanzado nada. Parece que un perro es una piedra, que puedes coger y tirar cuando nos de la gana. Y no es así, es un ser vivo que sufre igual que nosotros. Y lo que más me duele del caso de Tineo es que el animal siga con su dueño y nosotros no podamos hacer nada al respecto", manifiesta.
Dolores Moreno indica que "por suerte" a su asociación no llegan sucesos tan trágicos como el de Barredo, pero sí otros más cotidianos: camadas de cachorros en la basura o canes con malformaciones a causa de una mala alimentación. "La dejadez es constante y eso también son malos tratos", apunta.
En este contexto, las protectoras destacan que por maltrato animal no sólo se entiende ahorcamiento, palizas o tiroteos, sino también otros supuestos menos graves, como abandono, desnutrición o higiene deficiente. Son precisamente estos últimos los más frecuentes, los que se repiten día a día, y más a raíz de la crisis económica.
Como dato positivo, las asociaciones animalistas del Principado constatan un incremento de las denuncias, que atribuyen a una mayor sensibilización social. Las protectoras coinciden en decir, sin embargo, que este aumento no significa necesariamente que haya más agresiones, sino que ahora se hacen públicas. "Eso ya es un paso", destacan. No obstante, quedan otros muchos pasos pendientes. El más acuciante, el que tiene que ver con los centros de depósitos de animales. Elena López, de Anadel, recuerda que la ley del Principado de Asturias 13/2012, de 23 de diciembre de Tenencia, Protección y Derechos de los Animales exige a los ayuntamientos tener depósitos para "recoger los perros y gatos que se encuentren errantes o abandonados". Sin embargo, "esto no se cumple y de los 78 concejos que hay en Asturias, sólo cinco de ellos cuentan con estas instalaciones. Es una vergüenza". López recuerda asimismo que el Principado sigue sin tener un centro de acogida de animales salvajes.
