Bloqueado. Así se encuentra el proyecto agrario que prevé la entrada en producción de cuarenta hectáreas de kiwi en la vega de Peñaullán (Pravia) y la construcción de una central de conservación y empaquetado del fruto en Llanera. En total, una inversión estimada de seis millones de euros y cien puestos de trabajo. Los planes del Principado de Asturias para construir una autovía entre las localidades de Soto del Barco y Pravia han frenado el proyecto constructivo de la central frutícola y la puesta a punto de los terrenos, prevista para diciembre.
"Lógicamente se va a quedar parado y no sabemos por cuánto tiempo. La inversión en un proyecto con el kiwi es a medio y largo plazo, entre 30 y 50 años, contando que hasta el octavo año no entra en producción. ¿Quién querrá invertir a riesgo de que le pasen un puente o la autovía por encima?", se pregunta María Arrieta, ingeniera agrónoma que dirige el proyecto de la empresa Feito y Toyosa. En principio, la central hortofrutícola de distribución donde trabaja prevé plantar cuarenta hectáreas en la vega de Peñaullán, que se sumarían a las ya existentes en el bajo Nalón y que suponen el 60 por ciento de la producción asturiana de kiwi. Un dato nada desechable para un producto que pretende reactivar económicamente la zona.
De ahí que Arrieta opine que la construcción de una autovía supondrá el fin de las plantaciones de kiwi, el principal producto en las vegas pravianas junto a las fabas. "Según el trazado previsto por el Principado afectará a toda la vega y si la autovía tiene un radio de cien metros, por ejemplo, debajo ni lloverá ni le dará el sol. Por lo que esta zona será totalmente improductiva", señala. Una situación que se agravará, asegura, en los últimos meses de desarrollo vegetativo de la planta, con un sol más bajo y una sombra más larga.
En la actualidad, en las cuarenta hectáreas donde prevén plantar en Peñaullán crece el maíz, un cultivo con el que pretenden reactivar el ciclo productivo del terreno. Arrieta calculaba iniciar la plantación en el próximo mes de diciembre, pero los planes del Principado les han cogido por sorpresa. Por el momento, en Peñaullán sólo crecerá el maíz.
Y lo mismo pasa con la central de manejo del fruto que proyectan en Llanera y para la que ya cuentan con ayudas públicas. Sería el primer proyecto de este tipo en Asturias y se convertiría en el principal del noroeste de España, con siete mil metros cuadrados de nave industrial y una capacidad para más de cuatro toneladas de kiwi, que también daría cabida y servicio al resto de kiwicultores asturianos.
Pero la central no se construirá, por el momento. La incertidumbre de los inversores es evidente. Por ello, Arrieta sostiene que es precisa una respuesta gubernamental que despeje las dudas de los productores y que presente otras alternativas ya que son conscientes de la necesidad de mejora de la infraestructura viaria entre Soto y Pravia. "Parece incongruente que se patrocine y ayude a realizar inversiones agrarias de calado con ayudas públicas para luego, también con ayudas públicas, pasarles por encima una autovía. Sería como tapar dinero con dinero".
Las dudas sobre la viabilidad del proyecto en Pravia y Llanera llevan a la empresa a buscar otras alternativas que habían dejado atrás para implantarse en Asturias: "Sería más fácil llevar a Portugal la poca producción que quedaría de kiwi asturiano y tratarlo allí", considera la ingeniera. Además, según un estudio que ha realizado de las vegas hasta Cornellana (Salas), Arrieta explica que "en pocos años pueden estar produciendo y esto crearía más de 500 puestos de trabajo". Además, los terrenos se convertirían en fuente de ingresos para sus propietarios mediante la venta o alquiler. "Si no se interrumpen estos proyectos, los kiwis podrían dar un nombre a Asturias en España y fuera de ella. Como la sidra o los quesos", concluye.
