David Alameda (Madrid, 1976) es un firme defensor del "fracking", una tecnología consistente en extraer gas almacenado en el subsuelo. A su parecer, Asturias está desaprovechando una oportunidad de oro, pues el quince por ciento del gas total que hay en España se concentra en la región. "No estamos pidiendo su explotación, simplemente que nos dejen explorar y conocer", destaca Alameda, director general de la plataforma Shale Gas España, promotora de este tipo de tecnología. Esta plataforma denuncia la oposición del Gobierno autonómico a la extracción de gas del subsuelo mediante la fracturación. Alameda insiste en que la información que circula por las redes sobre los impactos medioambientales del "fracking" está falseada y sólo pretenden "infundir miedo".
-¿Qué oportunidades tiene el "fracking" en Asturias?
-Lo que tenemos es una oportunidad en toda España. Las estimaciones que manejamos es que del total de gas que se podría obtener en el país, aproximadamente un cincuenta por ciento estaría en la Cordillera Cantábrica. Estamos hablando de que España tendría gas para los próximos noventa años. Y en este contexto, el Principado tiene un gran potencial, porque dispone de una cuenca minera de carbón rica en gas. Para los mineros, este recurso siempre fue un problema, pero para nosotros todo lo contrario: es un tesoro. Y si encima sabemos que el quince por ciento del gas que hay en España está entre las regiones de Asturias y de Cantabria, podemos decir que les ha tocado la lotería.
-¿Han solicitado licencias para estudiar la presencia de gas en la región?
-Se han solicitado varias licencias con el objetivo de comprobar cuánto gas tenemos y cuál es la manera más rentable de sacarlo. Sin embargo, Asturias no es una región que apueste por este tipo de tecnología. La predisposición del Gobierno no es favorable. Y si encuentras una comunidad con esa actitud es normal que las empresas no tengan interés en abrir negocio. Ahora mismo el proyecto más avanzado que tenemos es el de Burgos, que esperamos obtener el permiso en 2016.
-La posición del Gobierno autonómico respecto al "fracking", ¿cree que en un futuro podría castigar a Asturias?
-Sin duda. La posición de un gobierno no puede ser la de decir: yo no quiero explorar, yo no quiero conocer. Porque al final lo que nosotros pedimos es simplemente conocer. No estamos hablando de explotar ni ponernos ya a sacar gas. Sólo queremos investigar. Así que el gesto del Principado no favorece el desarrollo de la región, ya que va en contra del conocimiento. Y es un conocimiento que beneficia a las universidades y a las instituciones públicas. Gracias a esta exploración podremos conocer mejor nuestro subsuelo y son las empresas privadas las que ponen su dinero para que sus resultados estén al alcance de la sociedad.
-¿A qué cree que se debe la oposición del Principado?
-Yo creo que se debe a que hay mucha información en la calle. Una información que no se corresponde con la verdad de una tecnología, que lleva desarrollándose desde los años cuarenta y que ha experimentado una evolución impresionante. El hombre no puede poner barreras al campo. Y tampoco puede ponerlas al conocimiento. Lo que pasa es que detrás del "fracking" hay muchos intereses. Tener un recurso en un país es riqueza, como es el caso de Estados Unidos o Arabia Saudí. Pero si ahora todos los países fuesen capaces de generar sus propios recursos, ¿qué pasaría? Pues que las grandes potencias harían todo lo posible por frenar este avance. De hecho, se sabe que Rusia está subvencionando a los grupos antifracking de toda Europa. Ya digo que hay mucho dinero detrás de todo esto y las organizaciones antifracking han sido capaces de llegar mejor que nosotros a la población. Eso sí, suministrando una información basada en infundir miedo. Sin embargo, la Universidad de Harvard ha hecho un estudio en el que expone que el "fracking" es una oportunidad y una revolución industrial. Prueba de ello es que el precio del gas en Estados Unidos es cuatro veces más barato que en Europa. Asturias tiene un polo industrial muy intensivo y eso hay que aprovecharlo.
-¿Cuáles son los inconvenientes del "fracking"?
-¿De qué tipo?
-Medioambientales.
-Inconvenientes, no. Muchas veces se nos achaca que tiene riesgos. Nosotros hacemos pozos, si lo comparamos con una industria, nuestros riesgos son mucho menores a los que pueda haber en una cementera o una acería. No somos industria pesada. Dicho esto, ¿qué riesgos tenemos? Pues nos dicen el riesgo de contaminar acuíferos. Llevamos más de cien años perforando acuíferos y sabemos perfectamente cómo hacerlos. La EPA (Agencia de Protección Medioambiental) ha publicado un estudio para conocer el impacto que ha tenido el "fracking" en Estados Unidos y no han encontrado ningún acuífero contaminado por nuestra tecnología.
-A nivel nacional, el Gobierno apoya el "fracking". De hecho, la nueva ley de hidrocarburos beneficia su explotación.
-Sí, España ampara el "fracking". Han hecho un cambio en la normativa de hidrocarburos para incluir una serie de incentivos: el 1% de la producción de gas se destinará a los propietarios de los terrenos donde tiene lugar la explotación y un 4% a los ayuntamientos, que es muchísimo dinero. Según nuestras estimaciones, el impacto económico que puede tener en España esta tecnología es de 260.000 puestos de trabajo. El ochenta por ciento de ellos indirectos.
