La paralización de las negociaciones para fusionar las tres cámaras de comercio asturianas ha provocado malestar en la patronal asturiana, FADE. Fuentes de la federación empresarial advirtieron de que "los empresarios quieren una sola Cámara regional", e instaron a que "los entes camerales deben resolver cuanto antes sus diferencias y avanzar hacia la unificación".

La pugna entre Oviedo y Gijón por la presidencia de la futura Cámara de Asturias tiene paralizadas totalmente las negociaciones iniciadas el año pasado, y que desde los propios entes camerales se habían propuesto impulsar a lo largo de este ejercicio. Desde la cámara gijonesa se han puesto distintas objeciones para explicar lo que inicialmente era una "ralentización". Primero fue que las cuentas de Oviedo y Gijón están en números rojos, mientras que las suyas son favorables, una situación que hace impracticable la fusión o, como se llegó a decir, la "absorción".

Otra de las dificultades añadida por la cámara gijonesa es que ya ha afrontado un proceso de reorganización que está pendiente aún en los entes camerales de Oviedo y de Avilés.

Pero hay un tercer factor de peso para las Cámaras y que es el que ha provocado la paralización de las negociaciones: la ubicación de la presidencia de la nueva Cámara de Asturias.

Gijón esgrime para reclamarla su solvencia económica y que en su ámbito de actuación se incluye la Feria Internacional de Muestras. Motivos que la representación cameral ovetense considera insuficientes teniendo en cuenta que al ente de la capital del Principado corresponden los empresarios de 69 de los 78 municipios. Además, la gestión de la Feria de Muestras deberá salir a concurso, previsiblemente en 2018, y nada garantiza que la Cámara gijonesa vaya a mantenerla. Y, según las fuentes consultadas, "es lo único que hace que sus cuentas estén saneadas".

La patronal FADE sigue los acontecimientos desde la barrera, pero con preocupación. Su presidente, Pedro Luis Fernández, se marcó como uno de sus objetivos en sus cuatro años de mandato, que las tres cámaras de comercio asturianas se fusionaran en una y que ambas entidades trabajen de manera coordinada. La filosofía del proyecto, según reiteró ayer una fuente de la patronal, "es conseguir aprovechar al máximo las sinergias y reportar los mayores beneficios posibles a los empresarios".

Otras fuentes coincidieron en remarcar la "incongruencia de exigir que se recorten en la Administración servicios que se entiende que están duplicados o que se pueden gestionar mejor, y que se paralice ese proceso por una disputa sobre la presidencia, cuando hay fórmulas que pueden ayudar a resolver ese asunto", resumió una de ellas.

Una de esas fórmulas, que ya se planteó pero que tampoco logró unanimidad en un principio, fue la de constituir un Consejo de Cámaras con una presidencia rotatoria. Esta propuesta es vista como una salida temporal por parte de una parte de los empresarios, mientras se llega a un acuerdo sobre la organización, gestión y funcionamiento de la futura cámara única. Pero desde otros ámbitos empresariales se apuesta por abordar la fusión de los entes de manera definitiva "ante los retos que plantea" la coyuntura económica.