Es noticia estos días la inauguración de la línea ferroviaria de Alta Velocidad entre Valladolid y León, que permitirá acortar duraciones y aumentar frecuencias. Después de tanto esfuerzo financiero para esta obra, después de esperarla demasiado tiempo, la tendencia natural es que leoneses y asturianos celebremos la noticia con júbilo, casi con alivio.

Sin embargo, fijémonos bien en que lo que se inaugura es un trazado con el sistema de seguridad llamado ASFA, al que se reputa anticuado, y con la mitad de su recorrido en vía única: son hechos quizá no destacados suficientemente en las informaciones de los medios.

El tren Alvia, llamado a circular por esta línea, sin ser propiamente un AVE, alcanza una velocidad lo bastante notable como para que lo pertinente sea que discurra por vía doble, es decir, una para cada sentido del trayecto. Aunque profano en la materia, me parece evidente que el trazado de vía única resulta en estos trenes especialmente peligroso, por más que se haya indicado que el tráfico ferroviario no es intenso en el tramo inaugurado: nunca se está libre de la posibilidad de un fallo técnico o humano. Si esta misma actitud se reprodujese irresponsablemente en la variante de Pajares, poniendo en servicio túneles en una sola vía para que los compartiesen los trenes que viajasen en ambos sentidos, el peligro se acrecentaría aún más ante la posibilidad de accidente en los larguísimos túneles de esta magna obra de ingeniería. No quiero imaginarme lo que sucedería en caso de choque y descarrilamiento en esas circunstancias.

En tanto no se completen las obras como es debido, con doble vía y el sistema de seguridad ERTMS homologado en Europa, es como para pensarse si nos merece la pena jugar con la suerte realizando este trayecto en tren...