"Son absolutamente discriminatorias". Con estas palabras valoró ayer la consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez, las ayudas de 300 euros por vaca impulsadas por el Gobierno central para frenar la crisis láctea. El Principado rechaza de forma tajante la orientación de estas subvenciones -las denominadas de mínimos- por considerar que no ayudarán a estructurar el sector y que son meramente coyunturales. Álvarez opina que los parámetros empleados para la distribución de estos fondos son "absolutamente arbitrarios, sobre todo para territorios como Asturias, y carentes de criterios técnicos y objetivos". En este sentido, la titular de Desarrollo Rural destaca que el criterio aplicado permite que, en Andalucía, un ganadero que haya cobrado 34 céntimos por litro de leche pueda acceder a esta ayuda, mientras que uno de Asturias que haya cobrado 27 céntimos no recibirá ayuda.

Además, según Álvarez, las subvenciones sólo beneficiarán a 228 ganaderos asturianos, un 10 por ciento del total, mientras que en Galicia casi el 50 por ciento cobrará las ayudas. "Es una decisión que tiene un sesgo territorial y electoralista evidente y estamos en absoluto desacuerdo", concluyó la Consejera.