El inspector José Amado Fernández Álvarez, jefe de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Oviedo, recibió ayer la cruz del Mérito Policial con distintivo rojo por su papel en varias operaciones antidroga llevadas a cabo en los últimos meses. La "operación Angliru" (iniciada a raíz del asesinato en Colombia, en agosto de 2013, del ovetense Sergio Muñiz Brioso) condujo en noviembre del año pasado a la detención de veinte personas en Asturias y Galicia, y la incautación de 3,2 kilos de heroína. Entre los detenidos se encontraba Antonio P. D. F., "Toni el Portugués", viejo conocido de la Policía. Aquella operación fue la base para un nuevo golpe, mucho más fructífero, del grupo de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Policía y la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) con sede en Madrid, el desmantelamiento de una red de heroína turca vía Holanda. En esta operación fueron detenidas seis personas y se incautaron 11,6 kilos de heroína. La operación cercenó el intento de reconstruir una red de drogas por parte del traficante gallego Alfredo Cordero, cerebro del alijo de cuatro toneladas de cocaína hallado en Salave (Tapia de Casariego) y colaborador de "los Charlines", el famoso clan de narcos. La droga fue incautada cerca de Madrid. Con el desmantelamiento de esta red se acabó con uno de los sistemas de financiación de un partido kurdo.