El grupo de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Oviedo tiene abiertas en la actualidad dos líneas de investigación para desmantelar las únicas redes que están introduciendo drogas en la región en la actualidad. El consumo de estupefacientes en Asturias sigue circunscrito al ámbito del ocio y, como consecuencia de la crisis económica, se ha reducido en una parte considerable, pese a los intentos de algunos "históricos" de reconstruir sus redes de tráfico, especialmente de heroína, que se han dado de bruces con la eficacia policial y la realidad sociológica de que ya no hay jóvenes dispuestos a introducirse en ese mundo. El tráfico de opiáceos de diseño tampoco ha adquirido dimensiones preocupantes y los esfuerzos de los agentes de Estupefacientes -que ayer fueron uno de los polos de atención de la festividad de los Ángeles Custodios, patrones de la Policía, al ser condecorado su jefe, el inspector José Amado Fernández- se centran en eventos como el Aquasella, donde se ha detectado el consumo de este tipo de psicotrópicos e incluso se han concertado algunos alijos.

Hasta 44 distinciones se entregaron ayer en el auditorio de Oviedo con motivo de la festividad de la Policía, en un acto presidido por el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, y que contó entre los galardonados con el empresario Jacobo Cosmen, responsable del Gurpo ALSA en Asturias, entre otros. Gabino de Lorenzo hizo hincapié en los altos niveles de seguridad de Asturias, con la tasa de delincuencia más baja de España, con Extremadura. En concreto citó la cifra de 25,8 delitos por cada mil habitantes, frente a los 44 de la media española. De Lorenzo agradeció a Baldomero Araújo, el exjefe Superior de Asturias, presente en el acto, el esfuerzo realizado para alcanzar esas cifras y animó al actual, Ignacio José Díaz Salazar, a mantenerlas y mejorarlas, aunque sea realmente difícil.

Díaz indicó que "Oviedo es una ciudad supersegura, y ello sin olvidar que esta ciudad, con Gijón, sufre el 30 por ciento de los delitos de Asturias. Si se controlan ambas, se reduce mucho la delincuencia", indicó Díaz. El jefe superior abundó en la idea, desarrollada por el delegado del Gobierno, de que Asturias es una región muy segura. "No hay grandes delitos. El abanico es variado, pero fundamentalmente se producen hurtos, una delincuencia de baja intensidad ligada al turismo. Estamos preparando planes específicos para tratar de erradicarlos", anunció. Díaz indicó que los delitos contra el patrimonio se mantienen en la misma tónica, aunque se están haciendo esfuerzos para bajar los robos en viviendas.

En el capítulo de medios y personal, sobre el que han puesto el acento los sindicatos, resaltando la elevada edad media de los agentes, Díaz no se mostró preocupado. "Hay que reconocer que Asturias tiene una plantilla con gente que, en parte, viene a jubilarse, pero los agentes que están en la calle son jóvenes y con mucha ilusión. Tenemos la plantilla al 95 por ciento, tampoco está tan mal", opinó el jefe superior.