La concertación o pacto social entre el Gobierno regional, la patronal FADE y los sindicatos va a cambiar de modelo para adaptarse a los nuevos tiempos y captar fondos europeos. Una nueva estrategia en política de I+D+i, una formación profesional adaptada a los nuevos tiempos y necesidades, la aplicación de nuevas tecnologías y la unión de empresas para ganar tamaño y salir al mercado exterior son algunas de las claves para el desarrollo económico de la región.

Los objetivos del nuevo acuerdo están claros: impulsar la competitividad de las empresas para crear empleo y asegurar así el estado de bienestar, con la educación y la sanidad públicas por bandera. Pero para eso se necesita dinero y fórmulas novedosas. El primer handicap de este nuevo acuerdo, con vigencia hasta 2018, sería la falta de presupuestos regionales, "porque nacería coja", según coincidieron ayer en remarcar las partes negociadoras. Pero aún así, hay que buscar nuevos recursos y oportunidades.

El Gobierno regional, encabezado por el presidente, Javier Fernández, la patronal y los dos sindicatos mayoritarios, UGT y CC OO, iniciaron ayer las negociaciones para el nuevo pacto de concertación. Quieren apretar el acelerador para que el acuerdo esté cerrado a finales de noviembre y con consignación presupuestaria en las cuentas de 2016. Todas las partes coincidieron en el amplio consenso en las líneas generales y objetivos.

Pero los tiempos han cambiado y hay que buscar "nuevas fórmulas" que permitan hacer a las empresas más competitivas en un mercado global y situar a Asturias en el tren de la recuperación económica.

El primero en hablar de adaptación fue el director general de la patronal FADE, Alberto González, quien incidió en que "necesitamos hacer planteamientos diferentes a los momentos anteriores porque la situación ha cambiado, las demandas de las empresas son distintas y también las de los ciudadanos. Eso exigirá una revisión de planteamientos y aplicar imaginación para buscar nuevas fórmulas. Y eso supondrá realizar esfuerzos importantes para lograr un consenso que no nos dejará satisfechos a todos, pero que tampoco nos incomode a ninguno". No fue más allá, pero ya dejó entrever que habrá "dificultades" en la negociación cuando se baje a aspectos concretos.

En términos similares se expresó el consejero de Empleo, Francisco Blanco: "Hay que adaptarse. El tejido empresarial ha evolucionado. Ahí están los cambios tecnológicos, los mercados exteriores, las nuevas tecnologías, las nuevas profesiones y unas políticas europeas distintas con fondos para hacer cosas diferentes a las que se han hecho hasta ahora".

El secretario general de UGT, Justo Rodríguez Braga, matizó que a partir del momento en que la Consejería de Economía e Industria presente su planteamiento, empezarán a trabajar en las políticas concretas.

Antonio Pino, secretario general de CC OO, destacó el elevado nivel de coincidencia "en los asuntos generales, aunque otra cosa será cuando bajemos al desarrollo fino de las propuestas concretas". Y remarcó como líneas generales la necesidad de apostar por la industria y aumentar el tamaño de las empresas, mejorar la formación de los trabajadores e impulsar la FP dual -con la vista puesta en el relevo generacional-, la construcción y retomar políticas medioambientales que quedaron "relegados" en los últimos años.

Lo que no plantea fisuras es la necesidad de que el desarrollo de la concertación necesita "arrope" económico. "Son imprescindibles los presupuestos porque para apostar por elementos novedosos y distintos a lo que se ha hecho hasta ahora se necesita dinero", señaló el consejero de Empleo.