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El examen del carné, con puntos

Los evaluadores asturianos de Tráfico, en huelga por los insultos de los que suspenden En otras regiones ha habido agresiones

No son estos buenos tiempos para dar suspensos cara a cara. Los examinadores de Tráfico de Asturias se enfrentan a diario a amenazas, insultos y vejaciones cuando dan la mala noticia: "Usted ha suspendido". Por eso, piden que el resultado de la prueba práctica para obtener el carné de conducir se comunique a los alumnos por internet, o directamente a las autoescuelas, como ocurre con el examen teórico. Esta es una de las razones por las que mantienen una huelga en el conjunto del país desde el pasado 14 de septiembre. Los paros, que secunda prácticamente la totalidad de la exigua plantilla asturiana de los examinadores de Tráfico, han retrasado hasta 1.000 pruebas prácticas para obtener el permiso de conducir.

"El mayor problema está a la hora de entregar la nota al alumno, cuando tenemos que escuchar expresiones como 'te vas a enterar' o insultos", asegura Ricardo Aguirre, presidente de la junta de Personal de Funcionarios del sindicato CSIF. "Todos los días hay amenazas, o te dicen 'te voy a matar'. Tampoco vas a denunciar cada vez que te llaman 'hija de puta'", explica la gijonesa María del Carmen Castro López, vicepresidenta de la asociación nacional de examinadores de tráfico (Asextra).

"Nos vemos rodeados de tres o cuatro alumnos, a los que decimos que no han pasado el examen y entonces vienen los insultos", afirma la funcionaria.

En Asturias no se han producido agresiones físicas, como sí ha ocurrido en otras comunidades autónomas (15 en lo que va de año). Pero casi. Además, el colectivo asegura que sus condiciones laborales dejan mucho que desear: trabajan a destajo, obligados a efectuar al día 13 exámenes. "No tenemos tiempo ni para ir al baño", explica Castro. Ese ritmo de exámenes sólo puede cumplirse "dando por hecho que alguno de los del día va a suspender".

Asturias llegó a contar con 25 examinadores entre Oviedo y Gijón. Ahora, en las oficinas ovetenses hay una plantilla de 10 examinadores de los que tres están de baja y dos son coordinadores. En Gijón, de los seis evaluadores actuales, uno está de baja laboral. Esa plantilla en retroceso y un cabreo creciente de los examinados ponen a los evaluadores en situaciones tensas. "Se nota la crisis: hay gente que invierte dinero en obtener el carné y no lleva bien suspender", afirma Ricardo Aguirre. "Lo que hay es una crisis económica y una crisis de valores", añade María del Carmen Castro.

La solución que plantean los examinadores es que el resultado se entregue al alumnos por vía telemática: un sms, un correo electrónico... y que el cabreo no les pille delante. "En los exámenes teóricos, que se realizan ante los ordenadores de tráfico, tampoco se da la nota en el momento, sino que se remite a las autoescuelas. ¿Por qué? Sospechamos que es para evitar que quien suspenda la emprenda a golpes con la pantalla", señala Castro.

La petición de no enfrentarse cara a cara al alumno es una más de las reivindicaciones del colectivo. Piden una mejora retributiva, porque se equiparan al personal administrativo que trabaja en una oficina. También, que se rebaje la carga de trabajo a la que están sometidos. De fondo, temen que el objetivo último que persigue la Dirección General de Tráfico es privatizar el servicio, como ocurre en Portugal.

Tráfico asegura que la posibilidad de entregar "en diferido" la nota al alumno la impide la normativa europea, pero el colectivo de examinadores dice que esa fórmula sí existe en Francia.

La otra cara del conflicto la sufren las autoescuelas. La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) asegura que se está produciendo un "caos" en los exámenes, por lo que pide un acuerdo. Tráfico, por ahora, ha ofrecido como alternativa que las notas se comuniquen en una sala especial en las oficinas de Tráfico y que se endurezcan las medidas cuando se produzca una agresión. "Básicamente, lo que queremos evitar es la agresión", protesta María del Carmen Castro.

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