Al final del presente curso los niños que acaben el sexto de Primaria se someterán a la evaluación externa que marca la LOMCE. No es una prueba que ejerza de barrera si no se supera, pero va a romper con lo hasta ahora establecido.

De los detalles de esa reválida y de las que en un futuro podrían realizarse al finalizar las etapas de ESO y Bachillerato casi nada se sabe. El consejero de Educación, Genaro Alonso, explicó ayer en la Junta General que se encuentra a la espera de que el Ministerio regule la aplicación de esas pruebas "para poder realizar las modificaciones oportunas que minimicen" su implantación. Alonso recordó que el Principado solicitó al ministro Íñigo Méndez de Vigo la suspensión de estas evaluaciones. Alonso rechaza las pruebas al considerar que "lo que el alumno y el profesor validan no es necesario que lo revalide nadie más".