Entre mugidos incesantes, el líder del PSOE y candidato a la presidencia del Gobierno de España, Pedro Sánchez, hizo un máster acelerado de la vida en una ganadería. Ataviado con pantalón vaquero ceñido, camisa blanca, jersey de punto azul y chaqueta azul marino, Sánchez acarició vacas, admiró terneros y rubricó la visita a la ganadería gozoniega Badiola con un generoso vaso de leche. Estuvo acompañado en todo momento por la número uno asturiana en la carrera electoral del PSOE, Adriana Lastra, y también, aunque más discretamente, por el presidente del Principado, Javier Fernández, que en algunos momentos de la visita aprovechó no ser él el foco de la atención para curiosear a su ritmo.

En este máster concentrado de algo más de media hora de duración, Pedro Sánchez alabó los trofeos y galardones cosechados por los Badiola en 45 años, les propinó el calificativo de "pioneros" por su trabajo en la selección de animales y luego fue guiado a los establos. Restregó la testuz a un par de vacas, mientras Adriana Lastra preguntaba por qué no tenían cuernos, y finalmente se sometió a una sesión de fotos con las dos joyas de la corona: "Telva" y "Lubasca", los dos grandes campeonas, que dejaron a Sánchez sin palabras. "Madre mía... ¡Yo pensaba que eran más pequeñas!" Tal fue la impresión recibida, que ni corto ni perezoso sacó el móvil para retratar a ambos animales y llevárselos en su memoria, antes de atreverse a tomar a "Lubasca" por el estribo con mano, confesó, poco firme.

Y claro, tanto pasear y tanto acariciar, incluso a terneros de apenas tres días de vida, a la comitiva le entró la sed. Por eso los Badiola, que ya lo tenían todo previsto, les dispusieron vasos de leche para terminar en blanco la visita del candidato socialista. De esa forma cremosa concluyó su estancia en Asturias.