Un fin de semana largo y con precios asequibles ha sido el reclamo perfecto para Asturias. Las buenas previsiones del sector turístico se cumplieron y ayer decenas de visitantes paseaban por las ciudades de la región y también en las zonas rurales. Covadonga y Cabrales "estaba a rebosar", aseguró un excursionista. Según los hoteleros consultados, la ocupación se sitúa en una media del 80% -según las primeras impresiones- y los precios han subido, respecto de octubre del año pasado, una media del 3%, lo que permite un respiro y aspirar a recuperar la rentabilidad.

El grueso de las reservas hoteleras se comenzó a confirmar el pasado miércoles, según explicaron fuentes empresariales. "La gente espera casi a última hora, a ver si encuentran ofertas y el tiempo que va a hacer. Pero Asturias se ha convertido en un destino atractivo y a buen precio para una escapada", aseguró uno de los empresarios del ramo consultados. También indicó que en este fin de semana largo de El Pilar "el turismo de ciudad parece que se ha impuesto estos días al rural".

De hecho, fuentes de la patronal del sector, Otea, indicaron que las tres grandes ciudades, especialmente Oviedo y Gijón, tenían una ocupación que recordaba a tiempos previos a la crisis. Congresos de ámbito nacional, espectáculos musicales y teatrales y jornadas gastronómicas "atraen a muchas personas y eso no sólo beneficia a la hotelería, también las hostelería y el comercio se ven favorecidos por esta afluencia de visitantes", aseveró el presidente colegiado de Otea Fernando Corral.

Fuentes empresariales aseguraron que el viernes ya se recibió a los primeros turistas, aunque la mayoría llegó el sábado, así que esa noche y la de hoy domingo son las que registran el fuerte de las reservas para pernoctaciones.

Las previsiones meteorológicas apuntan que habrá lluvias hoy y mañana. Pero los empresarios del sector turístico quieren ser optimistas, "aunque sólo sea porque ya han pagado las habitaciones", afirmó uno de los consultados en tono de broma. La realidad es, según coincidieron en señalar los hoteleros consultados, que "todo el mundo sabe que en Asturias llueve, y ya vienen mentalizados. Así que traen en mente y preguntan por distintas posibilidades: turismo de ciudad, cultural y gastronómico". "Ya se traen ellos los chubasqueros y los paraguas", resumió uno de ellos.