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Una polémica que llegó a Bruselas de la mano de una eurodiputada asturiana

El ruido de las carreteras asturianas, que ha sido audible alternativamente en distintas épocas en el Congreso de los Diputados o en la oficina del Defensor del Pueblo, y que está a punto de llegar a los tribunales, suena también en Europa. La pregunta, planteada en el Parlamento Europeo por la eurodiputada asturiana de IU Ángela Vallina, dejó en el aire la hipótesis de que el incumplimiento de las obligaciones en materia de exposición al ruido en la región pueda desembocar en una sanción al Gobierno de España.

Vallina, que fue alcaldesa de Castrillón, requirió de la Comisión Europea, a finales del pasado año, información acerca de los afectados asturianos por el ruido de las carreteras y planteó una cuestión específica sobre la autopista "Y".

Janez Potocnik, comisario europeo de Medio Ambiente, respondió despejando la solución hacia el Ministerio español, que se ha resistido hasta la fecha a cumplir su obligación de publicar el Mapa Estratégico de Ruido de Asturias. Ante esa negativa, la eurodiputada asturiana ha vuelto a interrogar al órgano de gobierno comunitario sobre la posibilidad de castigar el incumplimiento emprendiendo acciones disciplinarias contra España como última medida para obligar a la Administración central a tomar decisiones.

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