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El vertedero central de Asturias, a punto de llenarse después de treinta años

El vertedero asturiano está hasta los topes y espera el primer recrecido por encima de la cota natural del valle justo tres décadas después de su entrada en servicio

El vertedero central de Asturias, a punto de llenarse después de treinta años

El vertedero del valle de La Zoreda (Serín), ese gran cubo de la basura de Asturias, está a punto de llenarse justo cuando se cumplen treinta años de que acogiera los primeros residuos, a finales de 1985. Su vaso, que alcanza los 18 millones de metros cúbicos tras varias ampliaciones que han doblado su tamaño inicial, se encuentra repleto, tras haber recibido 8,8 millones de toneladas de desperdicios solo en lo que va de siglo, y unicamente está en disposición de asumir alrededor de 600.000 toneladas más.

La consejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, que acaba de ser reelegida presidenta de Cogersa (consorcio que se encarga de la gestión del vertedero), sostiene que el vaso se completará antes de un año y, por tanto, considera de la "máxima urgencia" abordar un recrecido en altura que permita prolongar su vida útil hasta 2020 y que hará que los residuos superen por primera vez la cota de la cavidad natural del valle. Para ello, la Consejera necesita sacar adelante un plan autonómico de residuos que ha sido tumbado por los tribunales y en el que buscará una alternativa a la polémica incineradora, cumpliendo así el pacto con IU que permitió la investidura del socialista Javier Fernández como Presidente. Se trata de una actuación "transitoria y de emergencia" para que La Zoreda pueda seguir tratando los residuos domésticos y comerciales que no se separan, los lodos de depuradoras y los residuos industriales no peligrosos.

El recrecido del vertedero, que cuesta 2,5 millones de euros, se plantea en vertical y ya permitirá la entrada de nuevos vertidos desde la primera fase de la actuación. En total, la capacidad suplementaria que se obtendrá es de 2,9 millones de metros cúbicos, suficiente hasta 2020, cuando el Principado tendrá que tener en activo una alternativa al vertido, considerado por la normativa europea como la peor opción para el tratamiento de basuras. A la espera de lo que suceda con el plan de residuos, Cogersa ya ha iniciado los trámites ante la Consejería de Medio Ambiente para lograr la autorización ambiental integrada de la instalación.

La historia del vertedero arranca en 1982, cuando el Gobierno regional, entonces presidido por el socialista Rafael Fernández, y los municipios de Oviedo, Gijón, Avilés, Castrillón, Illas, Gozón Carreño, Corvera, Llanera, Noreña y Ribera de Arriba crean el Consorcio para la Gestión de los Residuos Sólidos Urbanos (Cogersa), entidad a la que a lo largo de la década de los 90 del pasado siglo se fueron sumando el resto de concejos. Su objetivo inicial fue crear un depósito controlado de vertidos, para acabar con la proliferación de basureros y escombreras "piratas".

Las obras en Serín arrancaron en 1983, concluyeron en octubre de 1985 y los camiones dejaron entonces en el vaso, que tenía inicialmente una capacidad de 10,5 millones de metros cúbicos, las primeras basuras. No obstante, la inauguración oficial de las instalaciones tuvo lugar en enero de 1986, con la presencia de Pedro de Silva, presidente autonómico; Javier Sáenz de Cosculluela, ministro de Obras Públicas, y el urbanista Arturo Gutiérrez de Terán, primer presidente que tuvo Cogersa.

Veinte años después de la llegada de los primeros residuos a La Zoreda, en 2005, Cogersa acometió una gran ampliación del vaso de La Zoreda, ganando 2,1 millones de metros cúbicos adicionales en dirección a la cabecera del valle. Una segunda ampliación se ejecutó en 2010, con un incremento de la capacidad de 3,5 millones de metros cúbicos. Previamente, en 1986, el consorcio ya había iniciado la captación del biogás generado por el proceso de descomposición de la materia orgánica.

A un ritmo superior a las 600.000 toneladas al año, el valle en el que se han ido depositando los residuos urbanos de los 78 municipios está hasta los topes. Tras analizar diversas opciones, Cogersa ha optado por un recrecido en vertical ante su agotamiento inminente. El consejo de administración del consorcio acordó en 2014 conceder a Ingeniería y Geología Consultores S. L. el contrato de asistencia técnica externa para las obras de ampliación, por un precio de 29.800 euros. La firma ya entregó el trabajo al consorcio, que espera la luz verde de la Administración autonómica para el inicio de unas obras que, pese a la polémica social sobre el tratamiento de residuos, considera imprescindible.

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