La patronal asturiana considera "fundamental" para favorecer la internacionalización de sus empresas una mejora de la conexión aérea entre el Principado y París, limitada ahora a dos aviones de ida y vuelta a la semana (viernes y domingos) operados por Vueling. El número de pasajeros en la ruta a la capital gala se ha reducido a la mitad desde que Air France abandonó en 2012 una línea en la que ofrecía hasta tres servicios al día y centenares de enlaces directos desde el aeropuerto parisino a destinos repartidos por todo el mundo.
La asociación de agencias de viaje de la región sostiene que la demanda actual es suficiente para fletar, al menos, cuatro enlaces con París a la semana en temporada alta. Consciente de lo limitado de la cartelera, el Gobierno regional también se ha marcado entre sus prioridades el incremento de los vuelos con la terminal Charles de Gaulle, pero Vueling no tiene programada una ampliación de sus servicios ni para la inminente campaña de otoño-invierno ni para la de verano de 2016. El regreso de la anhelada Air France, enfrascada en una dura campaña de recortes, se antoja hoy una quimera.
"Una buena conexión con el aeropuerto Charles de Gaulle es fundamental para las empresas asturianas, ya que las conectaría con los mercados americano y asiático", apunta Alberto González, director general de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE). A su juicio, los dos vuelos semanales que hay en la actualidad son" claramente insuficientes", algo especialmente grave si se tiene en cuenta que, para la patronal, "si hay una prioridad de conexión exterior de Asturias en estos momentos es París, además de Fráncfort", subraya su "número dos".
Alberto Fernández destaca la relevancia de París y de Fráncfort como destinos desde Asturias, que tiene escasa capacidad para captar vuelos punto a punto, porque se trata de dos de los centros de distribución de vuelos en conexión más importantes de Europa. En el caso de la terminal Charles de Gaulle, el servicio diario que prestó Air France, a través de su filial regional entre noviembre de 2008 y marzo de 2012, permitía a los viajeros asturianos enlazar directamente en el aeródromo central de París con centenares de destinos de la compañía gala, sobretodo en países de Asia y Norteamérica. Además, la aerolínea también ofrecía un billete combinado para viajar desde la propia terminal gala en un tren de Alta Velocidad hasta Bruselas, capital comunitaria que no está conectada con el Principado por vía aérea.
