La mitad de los 65.000 usuarios que la aerolínea Air France movía cada año en la ruta Asturias-París enlazaba en la capital gala con destinos internacionales, principalmente Nueva York, Montreal, Toronto y Shangai, según los datos que ofrecieron en su momento los rectores de la compañía. Los principales ejecutivos de las empresas de la región eran clientes habituales de la firma francesa.
La salida de Air France de la ruta de París originó un importante boquete en la cartelera internacional del aeropuerto, que fue cubierto en parte por Vueling. La aerolínea del grupo Iberia abrió en junio de 2012 una ruta a París, pero con Orly y no "Charles de Gaulle" como aeropuerto de destino. El resultado no fue, ni de lejos, el esperado por la aerolínea, que se planteó seriamente su cierre. Sin embargo, en marzo de 2014 decidió dar una nueva oportunidad a la conexión, trasladándola a la terminal "Charles de Gaulle", con vuelos de viernes y sábado, enfocados principalmente al ámbito turístico por encima del de los negocios. La medida permitió a Vueling mejorar sus números, pero siguen muy lejos de los que alcanzó Air France.
