Los divorcios cayeron en Asturias un 3 por ciento en los primeros seis meses del año y las separaciones descendieron aún más, casi un 20 por ciento, según el Consejo del Poder Judicial (CGPJ). Estos datos rompen con el alza experimentada en los últimos años, que se asociaba a una mejora de las condiciones económicas. También rompen con la tendencia en el conjunto de España, con un aumento de los divorcios del 2,3 por ciento y un estancamiento de las separaciones.

Mientras descienden los divorcios (1.557 frente a los 1.608 de 2014), en Asturias se produce el creciente fenómeno de la separación de parejas de hecho. Según el CGPJ, hasta junio aumentaron casi un 8 por ciento los procesos de guarda, custodia y alimentos de hijos no matrimoniales por la ruptura de parejas no casadas. Se tramitaron 480 procesos de este tipo frente a los 445 de 2014.

Los jueces de familia advierten un aumento de parejas de hecho que acuden al Juzgado a establecer las condiciones de separación, del mismo modo que se incrementan las solicitudes de modificación de las condiciones de ruptura. Según el juez gijonés Ángel Luis Campo, "la gente que está en paro o gana menos con la crisis está pidiendo una modificación de lo que paga de alimentos, muchas veces unida a la solicitud de la custodia compartida". Campo no nota un descenso de actividad en su Juzgado, todo lo contrario. "Descienden las parejas que se divorcian, pero aumentan las parejas que, sin estar casadas, quieren establecer las condiciones de separación", añade el juez.

La letrada Gemma González, de la Asociación de Padres de Familia Separados, indica que hay menos divorcios porque hay menos matrimonios y más uniones de hecho, también con hijos. Éstas disponen de ventajas en forma de ayudas. La abogada dice que la carga de trabajo en materia familiar no deja de aumentar.

Para el abogado de familia Antonio Díaz Solís, "posiblemente el descenso sea coyuntural", sin descartar que tenga que ver con el caída de matrimonios. El letrado indica que los divorcios aumentaron mucho el año pasado por la mejora de las condiciones económicas, ya que la crisis había obligado a postergar muchas rupturas. También aprecia un aumento de las medias paterno-filiales por la separación de parejas de hecho.