Varapalo judicial al currículo diseñado por el Principado para la enseñanza de Religión en Primaria y Bachillerato. La estimación parcial, por parte del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, de los recursos presentados por la diócesis asturiana y el sindicato ANPE acerca de la reducción de los horarios de Religión en estos dos ciclos educativos fue recibida como una victoria en una parte del sector educativo. El tribunal no ve "conforme a derecho" las seis horas a las que ha quedado reducida la enseñanza de religión en Primaria -tres menos que en cursos pasados-. Sobre Bachillerato, el TSJA entiende que existe una vulneración del derecho fundamental a la igualdad y no discriminación en la regulación de la enseñanza de la religión, donde la carga docente se redujo a la mitad sobre ejercicios precedentes, según las estimaciones apuntadas por el profesorado.

Se da la razón eso sí, desde el TSJA a las dificultades expuestas por los sindicatos educativos y la diócesis asturiana para cumplir con la libre elección de horario en esta materia. "La primera gran batalla está vencida. Es una victoria moral pero necesitamos algo más", subrayó Alfredo Mieres, delegado de Religión del sindicato ANPE, quien reclamó que se recuperen las horas perdidas este curso, afectando en Primaria a 42 docentes que pasaron de jornada completa a media jornada en al enseñanza de Religión.

"Quedan garantizados los derechos que asisten a los alumnos y a los padres a elegir la educación que quieran conforme a sus convicciones religiosas o morales", subrayaron desde el Arzobispado tras evidenciar su "satisfacción" por la sentencia referida a primero de Bachillerato.

El Arzobispado de Oviedo reclamaba también que se recuperara la enseñanza de Religión en segundo de Bachillerato y que se ajustara en el primer curso de Bachillerato, tras incluirla en un bloque de 14 materias específicas con una hora de docencia a la semana frente a otros grupos que contaban con tres y cuatro horas y que suponían interferencias de unas sobre otras. "Planteamos a la consejería de Educación una hoja de ruta y no quisieron atender a razones", reprocharon desde la plataforma asturiana de religión en la escuela. En Secundaria, el TSJA rechaza el recurso al no quedar demostrado que se esté dando un trato diferenciado a los alumnos que cursan la ESO ni que el reparto de materias perjudique a la asignatura de Religión.

Al hilo de este reguero de sentencias, la Administración regional salió ayer al paso a través del consejero de Educación, Genaro Alonso, quien anunció que los servicios jurídicos de su departamento están estudiando recurrir ante el Tribunal Supremo, toda vez que la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) "no alude expresamente a la necesidad de incluir una asignatura de tal naturaleza en primero de Bachillerato". Alonso recordó asimismo que el tribunal asturiano no ha estimado el recurso del Arzobispado contra el currículo de Religión en Secundaria. "Únicamente se valora en el fallo del TSJA la no previsión en el primer curso de Bachillerato de una asignatura complementaria a Religión, con igual carga lectiva", remarcó.

"Lo que se consigue con esta sentencia es estabilidad", valoró Antonio Cabeza, portavoz de la plataforma de profesores de Religión en la Escuela quien lamentó, no obstante, que todo lo que se ha logrado "deba ser a través de los tribunales" porque todavía "prima el prejuicio ideológico" ante la educación religiosa. Estas sentencias llegan en un momento en que los ánimos en el colectivo de escuelas católicas se encuentran agitados tras conocerse la propuesta planteada públicamente por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de sacar la enseñanza de Religión del currículum educativo, como se recoge en el borrador de su programa para las elecciones generales del 20 de diciembre, medida que afectaría a 25.660 docentes en toda España.

Para el sindicato Suatea, resulta chocante que la publicación de estas sentencias sobre la enseñanza de Religión coincida en el tiempo con la presentación del programa electoral del PSOE "en el que se compromete a derogar los tristemente famosos acuerdos con la Santa Sede y a sacar la religión de la escuela", inciden.