Cuando en 2014 la crisis del consumo iba aflojando lentamente la presión sobre el turista y en los hoteles empezaba a reverdecer la clientela, un vistazo a la evolución de las tarifas y a las cuentas de resultados apaciguaba el optimismo de los empresarios. Todavía no habían podido subir los precios, decían, en algún caso necesitaban más personal para atender a más huéspedes y el efecto del incremento de las visitas se compensaba, a veces hasta desaparecía. Ya no. El recuento de la ocupación hotelera de septiembre, que ayer publicó el INE, da cobertura numérica al cambio de tendencia que en las recepciones de los hoteles asturianos empezó a percibirse más o menos a comienzos de este año. La estadística certifica ya que los precios de los establecimientos encadena tres meses consecutivos de crecimiento y que esto no pasaba en el Principado desde el trimestre inicial de 2008. La tarifa media diaria, 55,60 euros por habitación, todavía es la más baja entre las regiones de la Cornisa Cantábrica, pero se recupera y a su ritmo crecen también los indicadores de rentabilidad de las empresas.

La estadística calcula en 29,10 euros el ingreso medio diario por habitación disponible en Asturias, el nivel más alto de un mes de septiembre desde el comienzo de la crisis en 2008. Ni los precios ni la rentabilidad resisten la comparación con las medias nacionales de incremento, pero el beneficio creció el mes pasado por encima de un diez por ciento y ha registrado subidas con leves interrupciones en casi todos meses de este año. De esa forma, el 46,8 por ciento de ocupación media que vienen de registrar los hoteles -el tope de un septiembre desde 2007- está en disposición de trasladarse a los resultados de los establecimientos. Según la encuesta, además, los 3.189 empleados en el sector suben en un cuatro por ciento la cifra de 2014.