El "phishing", una de las estafas más populares de la red y que consiste en que el ciberestafador se hace pasar por una empresa o una persona de confianza, se está sofisticando cada vez más, según alerta el fiscal asturiano experto en delitos informáticos, Alberto Rodríguez. Estos delincuentes de la red son ya capaces, por ejemplo, de duplicar páginas webs de bancos "que dan el pego". Aunque el objetivo continúa siendo el mismo. Hacerse con los datos del estafado para, por ejemplo, duplicar su tarjeta de crédito.

Los ciberdelincuentes, alerta Rodríguez, suelen utilizar la táctica de meter prisa a quien está al otro lado del ordenador. "Te apresuran, te dicen que si no das unos datos te van a bloquear la cuenta, y mucha gente, de primeras, pica. Luego, cuando lo piensa un poco, se dicen ¿pero qué he hecho?", asegura el fiscal. El problema en los casos de estafas a través de internet, destaca Rodríguez, es la dispersión de las víctimas. "Hay veces en que quien elabora el fraude puede estar en Rusia, pero tiene un cómplice en Murcia, y los estafados están repartidos por todas las provincias. Muchos, al ser una cantidad baja de dinero, deciden no denunciar", destaca.

Tampoco ayuda que el aumento de este tipo de delitos no ha venido acompañado de un incremento de las plantillas de la Policía Nacional dedicadas a este tipo de asuntos. Muchas veces esa falta de medios, protesta Rodríguez, ralentiza algunas investigaciones. Los ciberdelincuentes buscan cada vez estafas más sofisticadas, aprovechándose de los nuevos métodos de comunicación, como las redes sociales o aplicaciones de mensajería como Whatsapp.