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PABLO JAVIER VEGA DI RISIO | Secretario general de la Unión de Guardias Civiles de Asturias

"La presencia de la Guardia Civil en los pueblos es insustituible"

"La cuestión es que el nuevo Gobierno nacional que salga de las urnas invierta en el cuerpo, en medios humanos y materiales"

Pablo Javier Vega Di Risio, en la sede de la Unión de Guardias Civiles, en Gijón. MARIOLA MENÉNDEZ

Aunque acaba de estrenarse en el cargo hace unos quince días, Pablo Javier Vega Di Risio no es ningún novato. Conoce bien los entresijos de la Unión de Guardias Civiles de Asturias, de la que ahora es su secretario general. Forma parte de esta asociación desde su fundación, hace ocho años, y en este tiempo ha estado trabajando codo con codo con su predecesor, Ramón Rodríguez Prendes, y el resto de su equipo. Recoge el testigo de Prendes -actual secretario general de la Unión de Guardias Civiles de España- con gran ilusión para seguir peleando por mejorar la propia institución y las condiciones laborales del colectivo.

-¿Cómo afronta este reto de ser el nuevo secretario general de la Unión de Guardias Civiles de Asturias?

-Con entusiasmo. Aunque en realidad no es un reto nuevo porque es un trabajo que llevamos haciendo hasta ahora y es una continuación. Conozco su funcionamiento porque durante ocho años fui secretario de organización.

-¿Qué valoración realiza de la trayectoria de la Unión de Guardias Civiles de Asturias?

-El trabajo de la asociación ha sido muy positivo. Empezamos siendo 41 afiliados cuando se creó y ahora superamos los 700. Es la asociación profesional de guardias civiles mayor de Asturias y también el mayor colectivo policial de la región por el número de afiliados.

-¿Cuáles han sido los principales logros que han conseguido en este tiempo?

-Dar un servicio a los compañeros. Ofrecemos defensa y asistencia al afiliado y mejoras laborales, además de realizar una defensa también de la propia institución. Ayudamos a los guardias civiles y a la institución. Lo primero que tuvimos que hacer fue vertebrarnos y estructurarnos.

-Lograr la apertura del cuartel de Langreo fue un trabajo duro, ¿verdad?

-Fue el talón de Aquiles que consumió todos los efectivos personales y materiales. El objetivo durante tres años fue intentar abrir un nuevo cuartel en Langreo y sacar de la choza en la que estaban trabajando a nuestros compañeros. Mantuvimos entrevistas con partidos políticos a nivel nacional, regional y local, con el Gobierno regional, Delegación de Gobierno, la empresa constructora, el Ayuntamiento de Langreo, la Dirección General de la Guardia Civil... Se consiguió tarde, pero mereció la pena. Era una vergüenza que después de tres años de estar construido no se le diera uso porque no se ponían de acuerdo sobre quién debía pagar el IVA. Incluso nos llegamos a manifestar delante del cuartel. También realizamos la defensa judicial de compañeros por cuestiones laborales y en un 80% las sentencias fueron favorables.

-Además, fueron pioneros en poner marcha una obra social, ¿verdad?

-Sí, porque tenemos compañeros con hijos con discapacidades psicofísicas y para las familias, con unos salarios humildes, es muy duro, por lo que toda colaboración es poca. Pensamos que podíamos ayudar con una obra social y exportamos a la Unión de Guardia Civiles de España. Pero el embrión fue aquí, en Asturias, y es la única asociación de la Guardia Civil que tienen obra social. En el congreso que celebramos el día 16 entregamos unos 3.000 euros.

-¿Qué retos tienen?

-Seguir peleando por las mejoras salariales. Hasta ahora no era el momento por la crisis, pero ya se puede plantear. Además, aumentar la plantilla es otra necesidad importante. Dentro de la reestructuración, por la merma de plantilla, hicimos una propuesta de concentración y reducción de cuarteles en Asturias para que haya más guardias civiles en la calle. Es el momento idóneo para llevarlo a cabo.

-La merma de agentes en los seis últimos años ha sido importante al haber perdido casi 300.

-El problema principal que tenemos es la falta de efectivos y la merma de sueldo por la congelación que sufrimos. Este mes ya recuperamos el 25% de la paga extra que nos quitaron hace dos años. Pero gracias a la labor diaria de los agentes y capacidad humana la Guardia Civil funciona, a pesar de estas carencias. De hecho, sigue siendo la institución más valorada por los españoles.

-Principalmente en la zona rural realizan una labor muy importante, porque es la única fuerza de seguridad de la que disponen. ¿Es un trabajo más cercano con la ciudadanía?

-Sí y eso se refleja en que en una emergencia somos los primeros en llegar al sitio. La presencia de estos agentes es insustituible. Es el principal apoyo del ciudadano en la zona rural. De ahí esas reticencias que puede haber en la propuesta que realizamos de suprimir unidades, aunque de lo que se trata es de modernizar el despliegue de cuarteles, que es de los años 50. La cuestión es que el nuevo Gobierno nacional invierta en la Guardia Civil en medios humanos y materiales.

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