Ramón Álvarez Maqueda, es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. El primero que entró a formar parte de la Confederación Hidrográfica del Norte, en la que llegó a la presidencia. También desempeñó los cargos de presidente de la Sociedad Estatal "Infraestructuras de Transvase" y fue consejero de varias Sociedades estatales como AENA, Parques Nacionales, La Almoraima y Aguas de la Cuenca del Norte. Cuando fue nombrado en 2012 era vocal asesor en el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, donde previamente había desempeñando el cargo de director general de Obras Hidráulicas y Calidad de las Aguas del Ministerio.
-¿Cuál es la situación del nuevo Plan Hidrológico, ya está cerrado?
-Los planes hidrológicos tienen una vigencia de seis años, y Europa estableció que fueran en 2009, 2015, 2021... Cuando llegamos, el de 2009 estaba sin rematar. Se cerró en 2013 y ahora ya tenemos que entrar en el siguiente, con una planificación que ya ha superado todos los trámites y esta semana lo informará el Consejo Nacional del Agua como paso previo a que lo apruebe del Consejo de Ministros. Esto es importante porque además de tener un plan estamos amenazados de multas por la UE, como consecuencia de los retrasos y además, podrían estar condicionados los fondos europeos que recibimos para los distintos proyectos. Pero estoy seguro de que conseguiremos cumplir con todo.
-¿Incluye ahí el evitar las inundaciones?
-Es uno de los objetivos fundamentales de la Confederación. Hemos actuado en tres frentes. Uno es la redacción de los planes de gestión de riesgo de inundaciones, que viene impuesto por la directiva europea y que se centra en las medidas preventivas. Incluye mapas de riesgo y peligrosidad por inundaciones y normativas al respecto. Ya se están aplicando porque se figuran en los informes urbanísticos. Pero digamos que ahora tendrán un mayor refrendo legal.
-Pero las mayores críticas vienen por el mantenimiento y conservación de los cauces de los ríos.
-Este es el segundo frente. Actuamos dentro de los límites presupuestarios y respetando que existe una legislación que establece las obligaciones de cada parte. En esta legislatura se han invertido unos 7,5 millones de euros a través de obras de emergencia en casi todos los ayuntamientos de Asturias. Yo diría que aproximadamente en el 90% de ellos.
-¿Esa cuantía es mucha o poca?
-El esfuerzo ha sido importante, y en el presupuesto de 2016 ya tenemos tres millones de euros para el mantenimiento y la conservación de los cauces. Y la misma cantidad para los siguientes cuatro años. La cuantía es tanto como casi duplicar la de esta legislatura.
-¿Hay proyectos concretos de obras para evitar las riadas, las inundaciones?
-Hablamos ya del tercer frente en el que actúa la Confederación. Se ha hecho un esfuerzo muy importante para la redacción y la realización de estudios y proyectos de obras de defensa. Ya está terminado el de Arriondas, y se están haciendo los de Bueño y Vegadeo.
-Oiga, ¿llueve mucho en Asturias?
-El problema no es de cantidad, sino de intensidad. España es un país irregular en lluvias. En el Norte no son tan espectaculares con en otras zonas, aunque sí tenemos algún período de gota fría que ha afectado mucho, más en el País Vasco que aquí. Pero cuando hacemos proyectos como estos a los que me estoy refiriendo, se tienen en cuenta estos períodos a la hora de hacer los cálculos y adoptar soluciones. Si nos referimos a si tenemos suficientes recursos, entendiéndolo como agua abundante, en el plan hidrológico se atienden todas las demandas.
-¿Se acabará construyendo el embalse de Caleao?
-En el plan 2015-2021 no se recoge. Sí existe un epígrafe que se titula "Mejora de abastecimiento de la zona central de Asturias" con una previsión presupuestaria de 20 millones de euros (y 60 en el siguiente plan 2021-2027) para hacer lo que se decida en un estudio de alternativas para el que se se han destinado 1,2 millones de euros. Ahí se verá la solución más adecuada y aplicable entre este plan y el siguiente.
-¿Lo descartan entonces?
-Es una de las 14 propuestas que se han recogido. Otra es inundar las galerías de los pozos mineros abandonados. Y hay otras más, como ya he indicado. Yo creo que en dos años podrá estar hecho y entonces ya se verá.
-¿Cuál es el estado de depuración de las aguas en Asturias?
-Se ha hecho mucho y se siguen haciendo muchas cosas. Las grandes urbes tienen todas sus sistemas de depuración. La de Gijón Este está certificada la obra en un 90% y a principios de 2016 estará terminada, y en plazo. Esperamos que entre en servicio en la próxima primavera. Pero hay otras que se están mejorando.
-Se refiere a las de Oviedo.
-Las de San Claudio, Villapérez y Río Gafo. Pero además, en el Plan Hidrológico se prevén mejoras en la de Maqua (Avilés) y en la de Gijón Oeste, con 8 millones de presupuesto cada una. Y la de Las Caldas entró en marcha hace poco tiempo.
-¿Y los pequeños núcleos?
-En los medianos y pequeños núcleo es donde falta algo de depuración y colectores. Pero están previstos para resolver el problema en 2021. Esto afecta aproximadamente al 10% de la población, pero hay que atenderlo.
-¿Eso quiere decir que el nivel de depuración de aguas en Asturias es bueno?
-Tenemos menos del 1% de demandas de toda España ante la UE. Estamos por debajo de la media y sí, creo que es un dato objetivo y bueno.
-¿Cuántos expedientes sancionadores se tramitan?
-El año pasado fueron 468. De ellos 53 correspondieron a ayuntamientos, 142 a empresas y 237 a particulares. El resto no están clasificados. Buena parte de las actuaciones corresponden a denuncias. Se imponen multas, y hay algún expediente que llega incluso a sanciones de 100.000 euros, y también los hay de unos pocos cientos. Los daños van aparte. Creo que se están haciendo cosas y queremos hacer más.
-Pero hay muchas quejas contra las empresas.
-Las empresas están concienciadas, pero depurar los vertidos es muy costoso y han sufrido una crisis muy dura, como todos.
-¿Ustedes han sufrido con los recortes? ¿Cómo le han afectado al presupuesto?
-El presupuesto para 2016 llegará a 48 millones de euros, un 6% más que en el del ejercicio anterior. El problema es que al inicio de la legislatura nos encontramos con una deuda de unos 60 millones de euros. Así que la gestión presupuestaria ha ido destinada a contener el débito. Sólo el abono de los intereses ya han representado más de 9 millones de euros. En este momento la deuda es similar, pero hemos cerrado un plan económico de saneamiento financiero con el Ministerio de Hacienda para amortizarla en ocho años.
-¿Y dónde han recortado?
-En muchas cosas, pero ha sido fundamental internalizar los servicios. Los funcionarios han hecho un gran esfuerzo, se ha creado un equipo que se ha corresponsabilizado de los problemas y han asumido muchas funciones. No ha sido una legislatura fácil, pero si en el alguna medida la situación ha mejorado ha sido gracias al equipo humano.
