Isabel Mier y María Jesús Rodríguez tienen 80 y 72 años, respectivamente, y ayer no dudaron en ir a la playa. "El calendario dice que es 1 de noviembre, pero la temperatura es de septiembre", sentenció la segunda, quien acudió al arenal de San Pedro de la Ribera (Cudillero) con todo el equipo playero: silla, bañador y gafas de sol. Ambas amigas, de Oviedo, veranean en Soto de Luiña desde la infancia, un lugar adonde acuden siempre que pueden. Una de las cosas que no dudan en hacer es ir a la playa si hay buen tiempo. Y ayer fue el caso. "El día es ideal. Es agradable estar aquí. El sol ya no quema y sólo con ver la playa te cambia el humor", indicó Isabel Mier.

Como ellas hubo unos cuantos más en la playa de San Pedro y en otras de toda Asturias, como la de San Lorenzo de Gijón. En ésta última, mucha más gente por el paseo que sobre la arena, todo hay que decirlo. En el agua, en San Pedro también, estuvieron Nacho Rodríguez y su madre, Nely Fernández. Es su costumbre de fin de semana siempre que hay algo de calor. Rodríguez nadó incluso durante 15 minutos. Según sus estimaciones, el agua rondaba los 15 grados.

Los asturianos disfrutaron así del sol y las buenas temperaturas el día de Todos los Santos, ya bien entrado el otoño. En Candás, por ejemplo, los hubo que pasearon por la playa, pero fueron más los que ocuparon las terrazas del puerto. "Venimos de Madrid, no esperábamos que hiciera este calor y este buen tiempo. Hay que quitarle la fama a Asturias de que siempre está lloviendo", comentó la madrileña Lara Rodríguez, quien disfruta del puente festivo en la región. Los lugareños no se quedaron en casa y mostraron su orgullo por el día soleado. "Hace mucho calor, acabamos de venir del cementerio y ahora nos vamos a tomar una sidra en el puerto", comentó Ángela Martínez. Antonio Pérez, de Oviedo, dijo sentirse privilegiado de poder disfrutar de tan buen tiempo a principios de noviembre: "El calor de hoy no es normal, llevamos sentados veinte minutos en la terraza y nos vamos porque no aguanto más el sol".

Los ovetenses que se quedaron en su ciudad disfrutaron de un buen paseo por la senda hasta Las Caldas o la pista finlandesa, en el Naranco. Al mediodía, ésta última, estaba de bote en bote. Todo por aprovechar un sol que hoy parece que ya se retira de Asturias, según las previsiones meteorológicas.