Según mi ya deteriorada memoria, ningún otro año habíamos visto publicados en el BOE los Presupuestos Generales del Estado del año siguiente con tanta antelación; en este caso los correspondientes a 2016, y a disposición de quien guste de darles una ojeada desde el pasado viernes 30 de octubre. Cuando durante años lo habitual era que se publicasen en la última semana del año.

Quienes vivimos de una pensión pasamos del rollazo que suponen sus 596 páginas, para irnos directos al capítulo de revalorización de pensiones, con la esperanza de que, en alguno de los trámites parlamentarios, sus señorías se hubiesen compadecido de los pensionistas y, echando abajo la propuesta gubernamental, nos hubiesen aprobado una subida de pensiones un poco más decente que ese mísero 0,25 por ciento que nos llevan aplicando en los últimos años y que para el próximo se vuelve a repetir.

Así que amigos y colegas pensionistas, ya lo sabéis, tal como nos habían anunciado, nuestra pensión crecerá de manera inapreciable a modo liliputiense, en el porcentaje mencionado.

Quien tenga la suerte de cobrar la pensión máxima dispondrá en bruto de catorce pagas de 2.567,28 euros, que suman un total de 35.941,92 euros anuales. ¡Quién los pillara! La mayoría tendremos que seguir procurando llegar a fin de mes como podamos y, a la espera de que la macroeconomía del país -que es la que nos dicen que va bien- se apiade pronto de nuestra microeconomía; pues de momento, parece que están muy enfrentadas y se llevan fatal.