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Coordinador en Asturias de la Asociación para la Racionalización de los Horarios

José Canseco: "Los asturianos renunciarían a un 10% de su sueldo por un horario flexible"

"En España tenemos el enorme problema del presentismo, y no por trabajar más horas producimos más"

El avilesino José Canseco.

El tiempo es oro. Eso es lo que viene a decir el avilesino José Canseco, coordinador general en Asturias de ARHOE (Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles), cuando indica que hay que gestionar la jornada laboral de forma inteligente. Canseco da a las empresas dos consejos para mejorar la productividad de sus trabajadores: que el esfuerzo se refleje en el sueldo y que los líderes motiven emocionalmente a sus empleados. Su asociación organiza el jueves en el palacio de Valdecarzana de Avilés una mesa redonda bajo el título "Gestión racional del tiempo e infancia, una cuestión de salud".

-¿Cómo se debe de gestionar el tiempo en la etapa infantil?

-Hay que usar el tiempo de forma inteligente en todas las etapas de la vida. En el caso concreto de la infantil tenemos el problema de que existe una gran disparidad horaria en los colegios. Unos tienen jornada partida, otros continua. Unos tienen períodos vacacionales más pequeños, otros más amplios. Por eso hay que ver lo que se hace en otros países y poner en marcha el modelo más eficaz, teniendo en cuenta que aquí no todo es blanco o negro. Hay que personalizar los horarios y ser flexibles. Cada familia lleva una forma de vida diferente.

-¿Qué es mejor: jornada partida o continua?

-Por norma general, es mejor partida, porque así los niños tienen dos o tres horas para ir a su casa a comer y estar con sus padres. El problema es cuando hay actividades extraescolares de por medio. Entonces, los niños entran en el colegio a las ocho de la mañana y salen a las ocho de la noche. La jornada se extiende demasiado.

-¿El cambio horario tiene sentido?

-Ya no, por varias razones. La primera es que a España le corresponde geográficamente el horario del Reino Unido y no el que tenemos ahora. La segunda es que lo que ahorramos de luz por la mañana, lo perdemos por la tarde. Y la tercera y última es que afecta negativamente al cuerpo. Mi hijo me pide una hora antes la comida y eso es porque tiene el ritmo alterado. No obstante, estos problemas los acabamos superando en días.

-¿Qué propuestas hacen para lograr una mayor eficiencia en el trabajo?

-Depende del tipo de trabajo. Es decir, no es lo mismo una empresa de servicios que una cadena de producción. En el primero de los casos, la flexibilidad es mayor. Lo que importa es cumplir los objetivos finales, independientemente de la dedicación de sus empleados. En el segundo, sucede lo contrario: hay que echar horas de trabajo. En general, una de las claves para conseguir una mayor productividad en la empresa está relacionado con el aspecto económico. Hay un salario fijo, igual para todos, pero luego tiene que haber otro mensual o trimestral que tenga en cuenta el rendimiento de cada empleado. De esta forma sabes que si cumples los objetivos, vas a cobrar más. Y eso motiva mucho. Otra opción es que el crecimiento de la retribución fija sea más rápido o más lento en función del trabajo que haga cada persona. El último consejo está relacionado con la retribución emocional y tener un horario flexible. Esto último es muy valorado. Según las estadísticas nacionales, una persona que gana al año 20.000 euros brutos, estaría dispuesta a renunciar a un diez por ciento de ese sueldo a cambio de una flexibilidad real en entradas y salidas. También tiene un enorme poder de motivación el liderazgo. Tener un buen jefe, que valore tu trabajo, es fundamental. Contribuye a que los empleados sientan los colores. El 38 por ciento de los españoles quiere trabajar en compañías que tienen esta filosofía.

-¿Esa flexibilidad real en el horario existe en las empresas asturianas?

-Cada vez más. Primero, porque estamos casi ya en 2016. Segundo, porque la coyuntura empresarial está cambiando. Y tercero, porque aunque haya compañías con una visión más tradicional, el cambio generacional va a crear nuevos gestores. En España y en Asturias tenemos el enorme problema del presentismo: estoy en la oficina para que vean que estoy trabajando. Y trabajar más horas no significa más productividad.

-Los expertos laborales aseguran que partir las vacaciones aumenta la productividad. ¿Qué opina usted?

-Yo diría que depende del ciclo de vida de cada empleado. No tiene las mismas necesidades un joven de 25 años que acaba de entrar en el mundo laboral que un trabajador de 64 años, a las puertas de la jubilación. O yo, que tengo 40 años y tengo hijos. Cada persona tiene diferentes motivaciones y la empresa debe conocerlas. Debe de saber qué tipo de plantilla tiene y a partir de ahí adoptar medidas. Por tanto, yo como norma general no diría que partir las vacaciones aumenta la productividad.

-La televisión cada vez retrasa más los programas y las series de la noche. ¿Cómo repercute eso en la sociedad?

-Aquí puedo ser más categórico. Hace unos meses, ARHOE tuvo una reunión con el presidente de RTVE (José Antonio Álvarez) y nos aseguró que iba a adelantar el "prime time" de la noche. Y así lo hizo. Sin embargo, hace unos meses, volvimos a las andadas. Y ése es un problema muy grave. Programas para niños como "La voz kids" o "Master chef" acaban a las doce y media o una de la madrugada. ¿Un niño puede irse a la cama a esas horas? Nosotros consideramos que no. Las cadenas deben de llegar a un acuerdo y fijar un "prime time" saludable, como existe en otros países.

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