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JAVIER DEL POZO | Presidente de la Federación de Empresarios Españoles de Ascensores

"El ascensor se ha convertido en un bien de primera necesidad en Europa"

"Al sector le preocupan los accidentes en las escaleras mecánicas, el usuario no es consciente de que no se trata de un juguete"

Javier del Pozo, saliendo de un ascensor ayer en un hotel de Gijón. ÁNGEL GONZÁLEZ

Tras 27 años en puestos de responsabilidad en la multinacional alemana ThyssenKrupp, y presidente de su división para el Sur de Europa, África y Oriente Medio, Javier del Pozo (Gijón, 1951) ocupa desde 2013 la presidencia de la Federación de Empresarios Españoles de Ascensores (FEEDA). Ayer se reunió con el presidente del Principado.

-La nueva directiva europea entrará en vigor en España en abril de 2016 ¿Qué implica?

-Obligaciones de trazabilidad del producto en tema de seguridad: todos los componentes de seguridad de un ascensor se tienen que poder identificar. Si hay un problema, inmediatamente se reacciona y resuelven los problemas técnicos. Hay otra parte que afecta a las administraciones.

-Prosiga.

-A nivel europeo se creará una base central de información, en Bruselas, donde se enviarán los problemas que se produzcan a nivel de comunidades autónomas para que desde allí puedan informar a toda Europa de lo que esté pasando.

-Afectará a los nuevos ascensores pero ¿qué sucederá con los que ya existen?

-España tiene el mayor parque instalado de ascensores de toda Europa y el cuarto del mundo. Hay un millón de ascensores pero la mitad tienen más de 20 años. Hay buen mantenimiento y control pero requiere una inversión para su actualización.

-Eso supondrá un coste grande para las comunidades de vecinos. ¿Hay ayudas?

-Hubo subvenciones para su mejora en Asturias, Madrid, Cataluña, País Vasco? pero el grifo está cerrado. Es entendible porque son momentos difíciles por la crisis pero alguien tiene que correr con esos gastos. Existe sensibilidad con el problema y es una de las posibles salidas que tiene.

-Veo que su sector también padece la descentralización.

-Es un tema preocupante. Hay empresas que trabajan en más de una comunidad y la regulación de inspecciones o las características técnicas de los ascensores a instalar son diferentes. Estamos en contacto con el Ministerio de Industria, buscando una armonización. Con Asturias hay buena sintonía pero debemos intentar que la interpretación legislativa sea lo más parecida posible.

-¿En Asturias es igual la estadística?

-El porcentaje es algo menor. Un 40 % de los ascensores tienen más de 20 años.

-¿Habló ayer de eso con el presidente del Principado, Javier Fernández?

-Es colega (risas). Él conoce muy bien el sector porque hace años fue responsable de los ascensores en la provincia de Santander. Sufrió la problemática y es sensible a ella.

-El uso de un ascensor supone un 25% del consumo energético. ¿Han pensando en cómo paliar este impacto?

-Ahora están diseñados con concienciación con el ahorro energético. Nuestra asociación trabaja en tres grandes áreas: seguridad, accesibilidad y ahorro energético. Lo sencillo es el cambio de iluminación, por ejemplo el uso de bombillas LED reducen el consumo. También que no esté todo el rato encendido y funcionando cuando no se utiliza. Es cierto que estas mejoras alguien las tiene que pagar. Hay que conseguir que se retomen las ayudas de la Administración para colaborar con las comunidades de vecinos y que hagan estas mejoras.

-¿Se ha convertido en un bien de primera necesidad?

-Diría que sí. Nadie concibe subir seis pisos con la compra. Se lo argumento con otro factor que también se da en Europa: la edad media de la población sigue subiendo y hay más personas mayores con limitaciones de movilidad. Otra de las demandas que tenemos es el poder entrar en el ascensor con una silla de ruedas.

-Pero siguen existiendo barreras. A veces hay peldaños antes de llegar al ascensor. ¿Trabajan en ello?

-Se ha trabajado para reducir lo más posible el fondo del foso. Con una obra mínima en el foso se pueden eliminar esos escalones. La accesibilidad es otro de nuestros pilares.

-Fueron pioneros en el uso del braille. Ahora han desaparecido con las nuevas placas que instalan. ¿Por qué?

-El braille fue una solución muy útil porque facilita el uso a personas que de otra manera lo tendrían complicado y queríamos llegar al mayor número de personas posible. Hay evoluciones tecnológicas en que su estética va en contra de estos conceptos.

-¿Cuánta gente su sube a un ascensor al día en España?

-Podríamos decir que en una semana se mueve toda la población de España en ascensores.

-¿Usted es de los que habla del tiempo cuando sube al ascensor?

-(Risas) Es algo curioso pero es cierto que el clima es un tema recurrente. Aquí en Asturias también puedes hablar del Sporting. Que es un tema agradable.

-Le aconsejo que si habla del Sporting sea para subir, no para bajar.

-(Risas) Para bajar ya entiendo que no está permitido hablar del Sporting.

-¿Hablamos de escaleras mecánicas?

-Como sector nos preocupan mucho estos accidentes porque el usuario no es consciente de que es un transporte y no un juguete. He sufrido muchas veces viendo a niños subir y bajar por las escaleras mientras los padres están tomando un café sin ser conscientes del peligro que entraña.

-En julio presentaron al ministerio una propuesta de seguridad en escaleras mecánicas. ¿Cómo va el proceso?

-El texto está hecho y entregado pero lleva tiempo porque falta la tramitación administrativa y que depende de Europa. Desde los 80 se reguló el mantenimiento de ascensores pero respecto a escaleras mecánicas quedó en el limbo. Queremos que haya una obligación mensual de mantenimiento y revisiones trianuales que garanticen la seguridad.

-¿En qué mejorará la seguridad de los ascensores?

-En 2017 se aplicará una nueva normativa que incluirá, por ejemplo, una barrera que cubra la totalidad de las puertas y así evitar todas las posibilidades de que alguien quede atrapado, sustituyendo a la célula fotoeléctrica. Todos los ascensores deben nivelarse en un rango de más menos 20 milímetros. Otro cambio es que todos tengan un sistema de comunicación bidireccional.

-¿Echa de menos los ascensores antiguos, con rejillas?

-Eran auténticas joyas que se han destruido por temas de seguridad. Es una pena porque había edificios que eran verdaderos museos y se eliminaron por una caja de hierro. Había y hay soluciones para poder mantener esas maravillas. Y cumpliendo con la seguridad y funcionalidad del ascensor. Es una combinación interesante que hoy ya se está cuidando más porque se ha perdido patrimonio extraordinario.

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