Avisó Ramiro Lomba de que trataría de huir de tonos apocalípticos, pero los datos planteados ayer en el RIDEA sobre la situación demográfica asturiana ponen los pelos de punta. El problema está asumido por el presidente del Gobierno asturiano, Javier Fernández, y por su consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, que asistieron -preocupados y quizá hasta asustados- a la charla, presentada por el expresidente Juan Luis Rodríguez-Vigil. Entre el público el exrector de la Universidad de Oviedo, Juan Vázquez.
Ramiro Lomba es director de SADEI, el horno donde se cocinan las estadísticas asturiana de todo tipo. Algunas pinceladas sacadas de esa cocina que nos provee de datos y nos señala, indirectamente, la ruta a seguir:
1.- Quince concejos asturianos tienen más del 35% de su población con edad por encima de los 65 años.
2.- En 18 municipios de Asturias la tasa de dependencia supera el 70%. Llamamos tasa de dependencia al porcentaje de menores de 16 años y mayores de 65 respecto a la población total del concejo.
3.- La edad media de la población asturiana supera los 46 años. Solo nos superan las provincias de León, Lugo, Zamora y Orense.
4.- Cada año Asturias pierde unas 6.000 personas en la relación estadística entre nacidos y fallecidos. Menos de 7.000 los primeros; casi 13.000 los segundos. A día de hoy los nacimientos en 2015 son un dos por ciento menos que los del 2014 por estas fechas.
"Formamos parte de una parte de España, la del noroeste, muy poco dinámica demográficamente", aseguró Lomba. Más de sesenta concejos asturianos tienen hoy menos población que en 1900. "Aunque el futuro no está escrito, todo apunta a que seguiremos perdiendo población en los próximos años", añadió el director de SADEI.
Asturias tiene crecimiento natural negativo desde hace veinte años. En 1985 el número de fallecimientos sobrepasó al de nacimientos. La primera comunidad española que tuvo crecimiento negativo. El próximo "hito" demográfico es que "en breve" la región puede caer por debajo de los cien habitantes por kilómetro cuadrado. El problema se agrava en según qué zonas. Más de 30 municipios asturianos, explicó Ramiro Lomba, tienen una densidad demográfica por debajo de los 25 habitantes por kilómetro cuadrado.
Los asturianos envejecen y los nacimientos se frenan. ¿Se vislumbra un renacimiento demográfico?, se preguntó Lomba. Él cree que "es improbable" porque incentivar los nacimientos "no se basa sólo en medidas económicas. Alemania las puso en práctica y su natalidad no mejora. Francia sí lo consiguió, pero creo que es un tema de valores. En España vas a un hotel, pides una habitación cuádruple y te miran como si fueras un bicho raro". Por cada mujer de menos de 20 años en Asturias hay 2,5 mujeres mayores de sesenta.
"Estamos -dijo- ante un problema de enorme dimensión" pero que en modo alguno es exclusivo de Asturias. Los niveles demográficos de, por ejemplo, la gallega Orense y la castellana Zamora, son aún más escalofriantes.
En 2013, año en que hay datos, llegaron a Asturias algo más de 13.000 personas para empadronarse, y se marcharon 14.600 (casi un tercio de ellos al extranjero).
