El de ayer fue un día de auténtico verano, inusual para estas fechas aunque en Asturias sea tradicional lo del veranillo de San Martín y llevemos una semana de bonanza meteorológica en lo tocante a las temperaturas. Termómetros que ayer estuvieron por encima de los 23 grados, con mínimas que no bajaron de 13, salvo en zonas de montaña, y un sol desde la mañana a la tarde en prácticamente toda Asturias. Sonaba a julio pero es noviembre, con el otoño en casa. Otoño que se nota en los colores de la naturaleza pero no en el clima.

El calor se rebajará a partir de hoy de forma notable, pero se mantendrá el buen tiempo según los pronósticos para el Principado. Intervalos nubosos con predominio de las nubes altas. Temperaturas en descenso, que será más acusado en lo que se refiere a las máximas, y vientos flojos variables predominando la componente este en el litoral.

A la calle

Ayer Asturias se echó a la calle, al campo y hasta a la playa. Casi como un domingo de inicio o fin de verano, las playas gijonesas tuvieron el mismo ambiente en la arena y en los aledaños, con especial presencia de paseantes en el Muro o El Rinconín.

A eso de las 12 horas se registró la temperatura máxima del día, con 26,5 grados, y durante buena parte del día y entrada la tarde se mantuvieron por encima de los 20. En el cómputo global del día la temperatura media se situó cerca de los 17 grados. Gijoneses y visitantes disfrutaron del domingo en la ciudad. "Nos gusta mucho la playa para pasear durante todo el año. Hoy no nos atrevemos a pegarnos un bañín, pero sí que se agradece ese tiempo", señalaban el matrimonio formado por Jorge Díaz y Marta Pérez.

Los termómetros rondarán hoy los 16 grados de máxima y los 10 de mínima. Día, por tanto más otoñal dentro del anticiclón que parece no querer dejarnos. A aprovechar, porque el frío llegará. Y si no, al tiempo...