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"El monte sigue cediendo", alertan los vecinos sobre el terraplén de Campomanes

Los vecinos de Campomanes observan cada día desde sus ventanas la montaña de Brañavalera, una zona verde que años atrás hacía que sus viviendas fueran una envidia por las vistas. Ahora ese monte, denuncian en el pueblo, sigue cediendo por los movimientos de tierra de las obras de la Variante. Hay tres puntos "conflictivos" en unos cuatro kilómetros de extensión y el Adif, aseguran, solo está trabajando en uno: la escollera de El Coyáu.

El problema no es nuevo, pero va a más. La presidenta de la asociación de vecinos, Dolores Martínez, afirma que se veía venir. "Un técnico vino a hacer prospecciones a un prau que me habían expropiado. Yo le sugerí que hiciera un sondeo en una zona muy verde, que mi padre decía que tenía agua en el subsuelo. No me hizo caso y esa es una de las zonas que se vienen abajo", lamenta Martínez. La ladera está llena de grietas, a pesar de los muros y las piedras que intentan sujetarla. A menos de doscientos metros está L'Argayá, otro punto conflictivo de llamativo topónimo. "Ahí echaron tierra encima y empezó a caer todo. Cuando vieron que había riesgo de derrumbe, sacaron la tierra. Una chapuza en toda regla", critican los vecinos.

En estas dos zonas no hay trabajos a la vista. Sí los hay en El Coyáu. Allí el Adif está construyendo un panel de pilotes en un intento de contención de la ladera. Según Martínez, "no sabemos si eso funcionará, pero lo que está claro es que aún falta mucha obra por delante". La construcción del panel empezó a finales del año pasado, según los vecinos, que aseguran que todavía falta la mitad de la actuación por ejecutar.

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