Primer test de estrés para el proyecto de presupuestos del Gobierno socialista. El PP fuerza al resto de partidos del parlamento asturiano a votar sobre la fiscalidad, y concretamente sobre la eliminación del impuesto de Sucesiones, en la sesión plenaria de mañana viernes y en vísperas de que arranque la tramitación del presupuesto del Principado. La política tributaria es uno de los capítulos más controvertidos y que mayores diferencias provocan en la discusión de las cuentas regionales.

Uno de los objetivos del PP con la toma en consideración de la ley para suprimir el impuesto de Sucesiones en Asturias es obligar a los seis grupos de la Junta General a retratarse sobre su disposición a subir o bajar los tributos, según avanzó ayer la diputada popular Emma Ramos. "Pretendemos un debate para hablar de forma sosegada sobre la aplicación de bonificaciones fiscales", argumentó la parlamentaria popular. En la práctica, esta votación permitirá visualizar tanto los apoyos con los que cuenta el Ejecutivo regional en materia tributaria, de cara a la introducción de nuevas figuras relacionadas con la denominada fiscalidad verde , como el rechazo y los posibles aliados con los que se puede encontrar el PP para tumbar el proyecto socialista en la votación de totalidad.

Emma Ramos planteó como objetivo de la estrategia fiscal de su partido que "Asturias deje de ser una comunidad isla, a la cola en los principales indicadores económicos". La parlamentaria sostuvo que la rebaja de impuestos que pretende el PP "no es sustancial, pero debe empezar para que la reforma fiscal sea selectiva".

El parlamento asturiano votará el viernes la toma en consideración de la supresión del impuesto de sucesiones. La aprobación de esta iniciativa, que presenta el PP, no supone que se elimine dicho tributo sino que el proyecto de ley para implantar esa exención pueda ser objeto de tramitación en la Junta General. De todas formas, la discusión y votación de la normativa sería posterior al debate de los presupuestos, que se sustanciará en el parlamento asturiano a lo largo del mes de diciembre.

Emma Ramos sostuvo ayer que el impuesto de Sucesiones de Asturias presenta "diferencias desmedidas con el que aplican otras comunidades autónomas". Ese tributo, recalcó, "está cargado de incongruencias, hasta el punto de que en algunas autonomías hay que pagar más del capital heredado, de ahí que hayan aumentado las renuncias, lo que raya con un carácter confiscatorio del impuesto". La parlamentaria recordó que Asturias es la comunidad en la que se producen más renuncias de herederos. En 2014 un total de 1.501 asturianos formalizaron su renuncia a heredar, lo que supone casi uno de cada seis casos, por delante de autonomías más pobladas como Aragón.