UGT y CC OO sacaron ayer a la calle su apoyo y reivindicación para la creación de una renta básica que cubra las necesidades más apremiantes de 31.000 asturianos sin otros ingresos. Los secretarios generales de los sindicatos mayoritarios apoyaron la recogida de firmas para una iniciativa legislativa popular (ILP) que acabará en el Congreso de los Diputados, ya en la próxima legislatura.

"No es la sopa boba. Se trata de una respuesta ante la cronificación del desempleo. En Asturias hay más de 45.000 personas que probablemente no van a volver a trabajar", argumento el secretario general de CC OO, Antonio Pino. La renta básica ascendería a 426 euros mensuales y estaría dirigida a personas demandantes de empleo.

El secretario general de UGT, Justo Rodríguez Braga, añadió que la financiación correría a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, y supondría un 1% del PIB. "Nos parece sostenible", afirmó el representante sindical. Braga precisó que la implantación de esta ayuda estatal permitiría aligerar en un 60 por ciento la carga del Salario Social en Asturias, que ya supone una partida de 100 millones de euros en los presupuestos del Principado. La percepción del salario social no sería compatible con el cobro de la renta básica, según aclaró el secretario general de Comisiones Obreras, Antonio Pino.