Las licitaciones de construcción de obra pública retroceden en Asturias a un ritmo que solamente superan otras dos comunidades autónomas. En los ocho primeros meses del año, a la luz del último dato analizado por el Ministerio de Fomento, el volumen económico de los concursos de edificación o ingeniería civil ejecutados por las administraciones públicas en el Principado rebaja en un 37 por ciento la cifra del periodo equivalente del pasado ejercicio. La caída rebasa en intensidad a todas las de España salvo a las de Extremadura y Murcia y viene a agudizar los dolores de un sector particularmente afligido por los impactos de una crisis que lo lleva camino de la liquidación quitándole casi tres cuartas partes del empleo que la construcción daba en la región en 2008.

La suma de lo licitado en Asturias, algo más de 154,6 millones de euros entre enero y agosto, distribuidos a razón de tres cuartas partes en ingeniería civil y una en edificación, contrasta con los 246 millones contabilizados en el mismo lapso en 2014 y pone en riesgo el sostenido ritmo de incremento que la obra pública había enfilado en los dos últimos años, después de tocar el fondo de la crisis en 2012. Las cifras anuales vienen de cerrar dos ejercicios consecutivos con los números de las licitaciones al alza y de sumar 320 millones en el montante total de 2014, muy lejos de los casi 57 que marcaron en 2012 la cota más baja de la serie histórica y a una enorme distancia de los 1.400 millones del récord absoluto registrado en 2006, en plena hinchazón de la bonanza y la burbuja inmobiliaria.

El periodo revisado por la estadística del Ministerio de Fomento ha visto descender en Asturias tanto los concursos de obras del Estado como los de las administraciones territoriales, aunque de modo desigual: en más de un setenta por ciento los estatales y en un trece los de la administración autonómica y los ayuntamientos. El Principado y las corporaciones locales, que cerraron el pasado ejercicio con un volumen de licitación de casi 203 millones de euros, acumulaban menos de 126 a falta de cuatro meses para cerrar 2015. El Estado tramitó obras por valor de 117 millones en 2014 y no llegaba a 28 este año al terminar agosto. Los concursos o subastas al cargo del Grupo Fomento, del Ministerio y sus organismos dependientes, han retrocedido a un ritmo similar al de las iniciativas del Estado y la magnitud de su caída en el Principado se asimila también a las más altas de España, sólo por detrás de las registradas en Murcia y Extremadura.

La construcción ya había pasado oficialmente de ser la primera actividad rentable a una ocupación de alto riesgo, pero las cifras dan fe de la transformación con una crudeza inusitada. El mordisco de la crisis se ha llevado el 73 por ciento del empleo y más de la mitad -el 58 por ciento- de las empresas del sector y la patronal y los sindicatos han confluido en motivar la responsabilidad de las administraciones acudiendo al modelo que suelen utilizar para plantear los concursos de obra pública.

Según ambas fuentes, la preferencia del Principado y los ayuntamientos por la licitación por subasta en detrimento del concurso eleva el peso que tiene el precio entre los criterios de adjudicación y origina bajas temerarias que sitúan a Asturias a la cabeza de las autonomías españolas que más rebajan los importes y más obras públicas entregan a empresas de fuera de la región, seis de cada diez según los cálculos que contiene un estudio elaborado por la Fundación Laboral de la Construcción (FLC).