"Una educación en valores, de calidad y para todos puede ser el camino para acabar con la pobreza". Así de claro respondió ayer el obispo emérito de Palencia, Nicolás Castellanos, a la pregunta sobre posibles soluciones a la miseria existente en los países en desarrollo, formulada por uno de los asistentes a la conferencia ofrecida en Pola de Siero por el que fuera reconocido con el premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1998.

Castellanos inició su intervención recordando la labor de la fundación "Hombres Nuevos", que él mismo preside y hace 25 años le llevó a dejar el obispado de Palencia e iniciar misiones en Bolivia, que un cuarto de siglo después parecen dar sus frutos. "Construimos más de 100 escuelas, un hospital y 15 templos solicitados por la gente", recordó el religioso leonés, que agradeció la colaboración asturiana en estos proyectos. "Gracias a la solidaridad de Asturias hemos hecho muchos milagros y salvado muchas vidas", señaló.

Asimismo abordó la situación del país sudamericano, del cual apuntó que es en el existe una mayor desigualdad en todo el subcontinente y enumeró algunos de los graves problemas humanitarios que allí existen. "Unos 14.000 niños mueren al año en Bolivia por enfermedades curables como puede ser una diarrea", dijo sobre un país en el que "el 70% de la población son muy pobres y el 30% muy ricos".

Un claro ejemplo a su juicio de una situación mundial que calificó como "desorden global" para el cual "no queda más remedio que crear estructuras de justicia social", entre las que se sitúa su fundación, la cual busca dotar de formación a las nuevas generaciones de bolivianos. "Queremos educarlos para hacerles libres y responsables socialmente", explicó, poniendo como referencia los 20 jóvenes de entre 20 y 35 años que dirigen la fundación en el país tras obtener una titulación universitaria gracias a la misma.

Por otra parte, Castellanos criticó la "cultura de la insatisfacción" que tenemos en países desarrollados como España. "La gente aquí se queja de la Seguridad Social cuando es una de las mejores del mundo", lamentó a la vez que invitó a conocer la situación sanitaria de países como Bolivia que a su juicio viven bajo "la dictadura de la pobreza".