Ignacio José Díaz Salazar (Madrid, 1953) es desde este verano y tras la jubilación de Baldomero Araujo el nuevo responsable de la Jefatura Superior de Policía en Asturias. Ingresó en el cuerpo en 1974 y desde el comienzo de su carrera profesional estuvo adscrito a la Brigada Central Antiterrorista, especializándose en la lucha contra el GRAPO. Fue jefe de las brigadas de Seguridad Ciudadana en Navarra y en Madrid. En esta comunidad también dirigió la comisaría de La Latina y Tetuán, así como la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación. Vive en Oviedo, hasta ayer no había tenido que sacar el paraguas y necesita salir a correr para sentirse bien. Tiene quince condecoraciones y una cruz al mérito policial con distintivo rojo.
-Asturias presume de ser una de las comunidades más seguras del país ¿Cómo se la ha encontrado?
-La tasa de criminalidad está en el 25,5 (número de delitos por mil habitantes) y es increíblemente baja. En los últimos tres meses ha bajado tres décimas más. La delincuencia en Asturias es residual... A mí lo que más me preocupan son los hurtos. El 35 por ciento del total de delitos que hay en Asturias son hurtos al descuido en zonas de ocio y cafeterías. De vez en cuando viene algún grupo organizado, pero se detecta rápidamente porque hay un alto grado de eficacia profesional. Para compararnos con alguien, la media en España casi nos dobla, está por encima del cincuenta por ciento.
-¿Cómo afecta a Asturias la alerta terrorista tras los atentados de Francia?
-Estamos en un nivel cuatro de alarma que establece el Ministerio del Interior. No es una situación para proyectar alarma, pero sí para tener extrema precaución. Hay que vigilar puntos críticos, como puertos, aeropuertos, centros comerciales e incrementar la presencia policial en la calle. También estamos especialmente alerta ante los eventos deportivos.
-¿Cómo se afronta la alerta en el día a día de una jefatura?
-Con mayor preocupación y concentración. Con más celo a la hora de tomar medidas de autoprotección. Los agentes salen a la calle con más medios de los habituales, chalecos, por ejemplo, que en condiciones normales a lo mejor no se ponen o armas con las que no salen habitualmente.
-¿Cómo pueden colaborar los ciudadanos para mantener esa seguridad?
-La colaboración ciudadana ha resuelto muchísimos casos, no solamente de crimen organizado, sino también de situaciones de terrorismo. Cuando alguien percibe cualquier cosas sospechosa debe comunicarlo. Es nuestra obligación cribarlo y darle un tratamiento adecuado. Estos días se está notando un incremento importante de llamadas y comunicaciones a través de la página web de la Policía Nacional informando de inquietudes. Todas se comprueban, muchas cosas no tienen importancia, porque ahora todo el mundo ve árabes...
-Usted tiene experiencia en materia de extranjería ¿Cómo se puede conciliar la seguridad con la llegada de inmigrantes?
-Hay que ir modulando cada situación, porque cada caso es un caso... Dicho esto, no nos gusta la afluencia masiva de inmigrantes. Cada uno de ellos tiene derecho a que se le de el tratamiento adecuado, pero hay que cuidar que no entren terroristas. Eso hay que detectarlo.
-¿Cómo se detecta?
-Si España va a recibir inmigrantes a gran escala se determinará un protocolo por comunidades, con un número determinado de refugiados. Realizaremos una información previa con todos los antecedentes, se documentarán y luego se hará un seguimiento.
-¿Están trabajando en ello?
-No, de momento no hemos recibido instrucciones del Ministerio del Interior. Pero la Brigada de Extranjería está preparada para eso.
-¿Cómo se combate el yihadismo frente a otros tipos de terrorismo?
-Cada terrorismo tiene su singularidad. ETA tenía una estructura diferente al GRAPO, que eran mucho más fanáticos. La banda está desmantelada gracias a un montón de compañeros que han dedicado su vida a estos temas. Tenemos unidades muy preparadas y se imparte formación a todos los niveles para estar actualizado. El yihadismo es tan diferente que cuando tiene la actuación le da igual dónde sea y cómo sea. Conviene detectarlo antes y neutralizar la posible actuación. No es sencillo.
-¿Qué opinión le merecen las medidas excepcionales que está adoptando Francia?
-Tiene un gran servicio de información e inteligencia bueno. A tenor de los resultados y los hechos, la actuación policial está dando juego. Pero la Policía española también está muy preparada, es de lo mejorcito que hay en el mundo, en cuanto a genialidad, a intuición, a voluntad y determinación. No estamos tan robotizados como están otros policías que llevan un protocolo exhaustivo.
-¿En qué medida Internet ayuda o complica su labor?
-Está al 50 por ciento. Tenemos unidades especialidades que cada día se rastrean las páginas web, centrándose en cosas que les interesan. Los "malos" utilizan las redes para sus negocios, pero nosotros estamos vigilantes.
