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Memoria de la derecha

Isidro Fernández Rozada, testigo directo de las dos escisiones populares, confía en que la coalición con Foro sea el punto de inflexión para ganar en Asturias

Guarda en su cabeza y en las treinta y ocho agendas anuales que tiene en su casa los avatares que han marcado las tres décadas largas del centro derecha en Asturias. Isidro Fernández Rozada, que recibió en 1977 el encargo de poner en marcha la primera organización popular en la región, dejará de ser senador cuando, tras el 20-D, cese en sus labores la Diputación permanente de la Cámara Alta, de la que forma parte. Pero no se va de la política. "Seguiré trabajando y siempre a disposición del partido que me lo ha dado todo", esgrime este hijo, nieto, hermano y cuñado de mineros de la Cuenca del Nalón, que resume su estilo político, en modo confidencia: "Hay que saber templar, resistir. Al final el que aguanta gana". Palabra de un campeón de ping-pong y testigo de las dos escisiones del centro derecha asturiano, que ahora confía en que la coalición con Foro suponga el punto de inflexión.

Isidro Fernández Rozada lo ha sido todo en las filas del centro derecha regional. Caleyó para tejer la primera Alianza Popular en Asturias, por encargo del gijonés Claudio Fernández Junquera, con la bendición de Juan Luis de la Vallina, por entonces la cara de AP en la Diputación Provincial, y con el visto bueno de Manuel Fraga, a quien no vacila en calificar como su "padre político". Diputado en la Junta General, en la que llegó a ser portavoz; senador en dos etapas (1983-2000 y 2011-2015), y diputado nacional en la segunda legislatura de la presidencia de José María Aznar y en los mandatos de José Luis Rodríguez Zapatero, además presidente del PP asturiano.

Llegó a la política en pleno despertar de la Transición. Aquel chaval, todavía soltero, que también había sido campeón de los 100 metros lisos, de bolos, futbolista de la selección de juvenil asturiana y entusiasta de los campamentos y las marchas de rastreo de la OJE, llegó a compatibilizar sus clases de profesor de política en varios institutos de Asturias hasta que, de acuerdo con Fraga, se dedicó en exclusiva al partido. Asegura que ser de derechas en la Cuenca Minera no le costó disgusto alguno. "Hice ver en las bocas de las minas que era perfectamente compatible la defensa de los derechos del sector y de los trabajadores en el proyecto político de Fraga. Siempre se respetó en el SOMA y en CC OO a Rozada como un defensor de las comarcas mineras", sostiene el veterano senador que argumenta su militancia de centro derecha en una zona aparentemente hostil en su crianza "en el seno de una familia conservadora en costumbres, trabajadora y religiosa". Y tiene a gala haber dado la cara en el Congreso y el Senado por la minería e infraestructuras como la Autovía del Cantábrico y la Variante de Pajares. "Ahí están los diarios de sesiones con mis intervenciones", argumenta.

No vacila cuando rememora que fue uno de los primeros valedores de Francisco Álvarez-Cascos ante Manuel Fraga, antes incluso de que José María Aznar tomase las riendas de los populares tras el proyecto fallido de Antonio Hernández Mancha. "Le mandé una carta a Fraga en la que le pedía que pensase en Cascos como secretario general del partido", recuerda Rozada, que asegura estar dispuesto a recoger ésta y muchas otras vivencias en sus memorias. Y añade que esa propuesta contó con el respaldo de un joven Mariano Rajoy que por aquel entonces ya presidía el PP de Pontevedra.

Casi cuatro décadas también han dado para momentos difíciles. Tira de sinceridad y no duda ni un segundo cuando se le pregunta por los peores tragos que la ha tocado pasar: las dos crisis internas, la primera durante el mandato en el Principado de Sergio Marqués y la segunda con la baja de Álvarez-Cascos, "al que apoyé hasta el último momento", que desembocó en la fundación de Foro.

"Fueron situaciones dolorosas en las que personalmente lo pasé muy mal", admite un Isidro Fernández Rozada que hasta torna el gesto, más serio, al realizar ese reconocimiento que, a la postre, señala también como la gran asignatura pendiente del proyecto político al que ha dedicado su vida: "no hemos podido conseguir un gobierno de centro derecha en Asturias estable". Pero fiel a la consigna inicial del que resiste gana ve señales de recuperación en la recién nacida coalición electoral entre populares y foristas. Rozada, que asistió con cara de póker al anuncio de Cascos en aquella reunión de primeros de enero de 2011, cuando el general secretario decidió abandonar el PP, en la que también estaba Mercedes Fernández, prefiere mirar adelante. "Hay que olvidar las situaciones personales para que los ciudadanos no se vean obligados a tener que elegir entre dos partidos que tienen programas muy similares", apunta Fernández Rozada, que no titubea al señalar a la que, a su juicio, es la artífice de la nueva coalición. "Es un gran éxito de Mercedes Fernández que haya llegado a esta conclusión pensando en el interés general del proyecto en beneficio de los asturianos. Este es el primer paso para lograr un gobierno asturiano de centro derecha y espero que sea el definitivo".

El veterano senador tiene suficientes "travesías del desierto" a sus espaldas para constatar de primera mano que "los asturianos castigan a las organizaciones que son incapaces de mantener el orden porque si no son capaces de gobernar su propia casa, difícilmente van a poder gobernar la de los demás". Sostiene que el pacto del que ha salido la coalición electoral se ha "cocinado" en Asturias. "Nada se hace en Madrid si no sale de aquí", afirma Rozada, que ve en el apoyo a la investidura de Mercedes Fernández el germen del PP-Foro que se presentará a las elecciones del 20-D, y en la alianza para que la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, lograra un puesto directivo en la Federación Española de Municipios y Provincias un síntoma más del acercamiento entre las dos organizaciones.

La entrada en escena de un nuevo competidor, Ciudadanos, por el voto de centro derecha, no parece inquietarle de cara a la recuperación del terreno perdido respecto a 2011, cuando foristas y populares llegaron a sumar 26 escaños, una cifra a la que nunca había llegado el centro derecha en Asturias. "Creo que esta coalición sincera del centro derecha va a lograr un mayor respaldo en detrimento de Ciudadanos, que aún no ha hecho nada, no ha gobernado. Con Albert Rivera hay buenas sensaciones por su defensa de España y de la ley, pero eso también lo tenemos nosotros", valora. Y en esas memorias que piensa sacar algún día a la luz seguramente habrá un capítulo en el que explique por qué siguió fiel al proyecto del PP cuando otros se fueron. "¿Iba a ir por los pueblos pidiendo a la gente que votaran a otro partido para que me dijeran ''no me jodas, Rozadina, ¿me pides que no vote al PP? " Yo no podía darme de baja, prefería marchar para casa". Palabra de Isidro Fernández Rozada.

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