Covadonga es el escenario elegido por Vox para el inicio de su campaña electoral de cara a las generales del 20-D. El presidente del partido y candidato al Congreso de los Diputados, Santiago Abascal, ha anunciado que la formación desgranará algunas de las medidas que incluye su programa electoral en Covadonga, con especial atención a las relacionadas con el terrorismo yihadista. Vox también apuesta en su programa por medidas para combatir el acusado descenso de la natalidad, "el suicidio demográfico", que hace mella especialmente en Asturias, que se caracteriza desde hace años por elevadas tasas de envejecimiento y muy bajas en nacimientos.
Ahora que está tan en boga la reivindicación del turismo cultural y religioso, en el que Covadonga tiene un papel protagonista en Asturias, la iniciativa de Vox de arrancar su campaña electoral en la capital espiritual de la región acaso amplíe el abanico y diversifique las opciones del emblemático enclave mariano. Sabido es el atractivo de Covadonga como paisajístico, no en vano fue el primer parque nacional español, en tiempos de Alfonso XIII y gracias al empuje y empeño de Pedro Pidal, el primer marqués de Villaviciosa y el primero también en ascender, en compañía de Gregorio Pérez, "el Cainejo", el Urriellu.
Casi seguro que ninguno de ellos alcanzó a imaginar que Covadonga llegaría a ser con el paso de las décadas y los cambios en los hábitos políticos escenario de la campaña electoral de un partido.
