La operadora Renfe decidió suspender el servicio ferroviario sin transbordo entre Asturias y Andalucía tras comprobar que la media de viajeros en esta relación era de 34 personas por servicio, sobre una oferta de 299 asientos en cada tren. Este nivel de ocupación, que supera muy ligeramente el 10% de la capacidad del Alvia, motivó que la compañía recuperase el transbordo en Madrid para esta ruta.
El Alvia de Gijón a Cádiz, que había entrado en servicio en 2013, dejó de funcionar el pasado verano. El convoy tenía la salida de la terminal de Sanz Crespo programada a las siete de la mañana y, además de en las estaciones habituales de la ruta a la capital de España, se detenía en Córdoba, Sevilla y Jerez de la Frontera antes de llegar a destino. Desde que se canceló el servicio, los viajeros que pretendan desplazarse en tren desde Asturias a esas ciudades andaluzas viajan en el Alvia hasta la estación madrileña de Chamartín, donde tienen que buscar un medio alternativo de transporte para llegar a Atocha, que es la terminal desde donde salen los servicios de AVE y de larga distancia hacia el sur de la Península. Aquellos que quieran realizar el recorrido desde Andalucía al Principado están obligados a realizar la misma operación pero a la inversa.
Renfe asegura que, pese al transbordo, los tiempos de viaje se han mantenido y que, además, se han introducido precios promocionales más bajos.
En un encuentro con periodistas que coincidió con la entrada en servicio de la línea de Alta Velocidad entre Valladolid y León, la directora general de Operaciones de Renfe, Berta Barrero, confirmó que la operadora no tiene previsto recuperar en el corto plazo los servicios hacia Andalucía sin transbordo en Madrid. Y es que, según precisó, las conexiones ferroviarias de larga distancia entre el norte y el sur de España experimentarán una mejora decisiva el año que viene, cuando abra el túnel de ancho internacional entre las estaciones de Chamartín y Atocha. Se trata de un trayecto en el que los trenes tardan ahora más de media hora, debido a que tienen que circular a una velocidad muy reducida y pasar por intercambiadores de ancho de la vía.
Junto a la cancelación del tren a Cádiz, Renfe también suspendió este verano los cuatro servicios adicionales directos que había implantado en 2014 para reforzar la conexión con Madrid en la temporada estival. Estos convoyes, que acortaban en torno a media hora el tiempo de viaje entre Asturias y la capital de España, porque no entraban en la terminal de "fondo de saco" de León, no fueron recuperados este año, pese a las reclamaciones realizadas tanto por el Gobierno autonómico, como por los empresarios y los usuarios, que ven escasa la actual cartelera ferroviaria con la capital.
Al igual que sucede con el enlace directo a Cádiz, Renfe también justifica la suspensión de estos trenes en razones de ocupación. Y es que, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Fomento, los servicios adicionales de lunes a jueves, en horarios poco competitivos, se prestaron con 68 viajeros de media por circulación, sobre un total de 299 plazas. Con esa cifra encima de la mesa, la operadora decidió retirar estos trenes para incrementar los servicios directos de fin de semana en Intercitys, que tienen una ocupación media de 290 pasajeros. Es la mayor de España, según han reconocido los más altos dirigentes de la operadora.
Frente a esos recortes estivales y en la conexión con Andalucía, Renfe ha estrenado un tren-lanzadera que conecta directamente la estación de Madrid-Atocha con el aeropuerto de Barajas. El servicio ha arrancado con dos frecuencias diarias por sentido, que enlazan la céntrica terminal de la T-4 del aeródromo en un tiempo de viaje de 21 minutos, y con sólo una parada intermedia en la estación de Chamartín, que es a la que llegan todos los Alvia de Asturias. Las lanzaderas parten cada día de la estación de Atocha en dirección a la T-4 a las 12.17 horas y a las 20.44 horas. En sentido inverso, salen a las 11.01 horas y a las 20.31 horas.
