La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El cambio en las herencias no corrige el agravio a los asturianos, dicen los expertos

El impuesto que pactan PSOE e IU mantiene una de las presiones fiscales más elevadas

La reforma del impuesto de sucesiones "corrige" el error de salto que se producía cuando la base imponible de la herencia superaba los 150.000 euros, pero no repara el agravio que sufren los asturianos con respecto a los habitantes de otros comunidades donde la presión fiscal del impuesto es mucho más baja. Los expertos destacan que el esquema general del tributo en Asturias "apenas ha cambiado" y que se sigue "incitando" a los asturianos con mayores patrimonios a irse a otras comunidades.

El proyecto de presupuestos presentado anteayer por el Gobierno del PSOE del Principado incluye una modificación en el impuesto de sucesiones y donaciones pactada con IU por la cual se aplicará una reducción de 150.000 euros a todos los herederos en línea directa (descendientes, ascendientes y cónyuge) en la base imponible de tributo. Con ello se acabará con el error de salto que hacía que las herencias que recibía un hijo con una base imponible de hasta 150.000 euros quedaran exentas de pagar el impuesto y las que, por ejemplo, tuvieran una base imponible de 151.000 euros pagaran por toda esa cantidad y no por la diferencia (1.000 euros), correspondiéndoles abonar más de 18.000 euros. Con la reforma, esos herederos pasarán a tributar por la cantidad que exceda sobre los 150.000 euros, pero el Gobierno regional también pretende introducir cambios en los tramos de tarifas que se aplican posteriormente sobre la base liquidable. "Se ha generalizado la reducción de los 150.000 euros, pero el cambio no es especialmente relevante con el ajuste que se hace también en las tarifas", destacó Javier Suárez Pandiello, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo.

Las nuevas tarifas

La abogada Ana Espiniella, socia especialista en Derecho Fiscal del despacho Vaciero, afirmó que la modificación "acaba con la injusticia del error de salto", pero añadió que "el impacto es menor del que se preveía porque no sólo está la esperada reducción de los 150.000 euros sobre la base liquidable de todos los herederos de los grupos I y II (ascendientes, descendientes y cónyuges), también hay un cambio en las tarifas que hace que los recortes sean menores".

Hasta ahora, a los herederos de los grupos 1 y 2 se les aplicaban tarifas divididas en 16 tramos con tipos de entre el 7,65% y el 36,50% en función de base liquidable (obtenida a partir de la base imponible y una vez aplicadas las reducciones por grado de parentesco, vivienda habitual o empresa familiar). Con la reforma las tarifas se dividirán en sólo cinco tramos con tipos de entre el 18,70% y el 36,50% que se aplicarán sobre una base liquidable en la que ya está aplicada la reducción de los 150.000 euros.

Los expertos destacan que los herederos más beneficiados con el cambio son los que tenían una base imponible más cercana (por encima) a los 150.000 euros, donde se producía el error de salto. Así, de una herencia con una base liquidable de 160.000 euros salía una cuota de 23.120 euros y ahora con la reducción de los 150.000 euros la base liquidable quedaría reducida a 10.000 euros y tras aplicar la tarifa correspondiente la cuota bajaría a 1.870 euros (un diferencia de 21.250 euros). A media que la base liquidable sube el recorte, porcentualmente, es menor. Así las bases liquidables de 400.000 euros pasan de tener una cuota de 80.920 euros a 59.982 euros y los que tienen bases de 800.000 euros pasan de pagar 205.920 euros a 188.062 euros.

"La reforma se limita, principalmente, a acabar con el error de salto y los criticable es que no se haya realizado antes", señaló Carlos Monasterio, catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Oviedo, que añade que la modificación no resuelve el problema de "deslocalización" de los asturianos con grandes patrimonios, "que seguirán marchándose a vivir a otras comunidades donde la presión fiscal sea menor".

En comunidades como la vecina Cantabria se aplica una bonificación de entre el 90 y el 99% en la cuota final y esa última tasa es la que se aplica en Madrid. "Si queremos que el impuesto de sucesiones sea redistributivo debería estar en manos del Estado y no de las comunidades autónomas", señaló Monasterio. "Considero que el impuesto tiene sentido, pero en manos de las comunidades siempre habrá una carrera a la baja", apuntó por su parte Javier Suárez Pandiello.

Compartir el artículo

stats