Francisco Wenceslao López Martínez, alcalde físico de Oviedo; Roberto Sánchez Ramos, "Rivi", alcalde emérito de Oviedo por Izquierda Unida, y Ana Taboada Coma, alcaldesa moral de Oviedo por Somos, cabezas del tripartito, no se ponen de acuerdo ni para ponerse de acuerdo y se volvió a notar anteayer ante la decepcionada plataforma "Imagina un bulevar", que quiere resolver el barullo urbanístico de la entrada en Oviedo entre Santullano y la Fábrica de Armas de la Vega. La clave del problema es que parecen estar de acuerdo en ese bulevar de los sueños rojos, pero no es así y se nota cuando Wenceslao y el PSOE insisten en que ese bulevar no es una calle, es más cosas, pensando en los terrenos liberados por la cerrada Fábrica de Armas. Enfrente, IU y Somos están totalmente de acuerdo en su imaginación del bulevar. De cara afuera todo es acuerdo pero -ya se sabe- tres son multitud.
Ignacio Fernández del Páramo es concejal de Urbanismo y Medio Ambiente y de Somos y procede de la plataforma "Imagina un bulevar". El jueves pasado fue a ver a sus antiguos compis como concejal en una reunión que debería haberse celebrado dos meses antes. En vez de ir con una posición común (compartita tripartita) y algunas concreciones fue sólo con un capote de maletilla. Cuando los imaginadores del bulevar vieron que no hubo nada, fuéronse. Del Páramo, hombre templado, se enfadó el viernes en la Junta de Gobierno y Wenceslao propuso una reunión en secreto para el martes a mediodía (el mediodía municipal siempre es después de las tres de la tarde) para acordar qué realidad aportarían al imaginario bulevar. Una hora antes de que se celebrara, Ana Taboada ya había convocado por su cuenta a los medios de comunicación para las seis y media de la tarde. Así fue como, sin que se concretara nada, tuvieron que incorporarse a la carrera para reiterar voluntades abstractas la socialista Ana Rivas Suárez, segunda teniente de alcalde y concejala de Infraestructuras y Servicios Básicos, y la izquierdaunida Cristina Pontón García, comparecientes junto a Del Páramo, bajo la atenta mirada de Taboada. La vigilancia era recíproca porque ambas acudieron para evitar que los convocantes contaran algo no acordado y hubiera que salir, de nuevo, a rectificar. Somos así. Alta política de acuerdo y de comunicación.
