Gijón, al igual que el resto de Asturias, se tiñó de morado para recordar a las 48 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas. La violencia de género tuvo su minuto de silencio con la esperanza de que sea el último.

El Paseo de Begoña se llenó de manifestantes en torno al quiosco de música para concentrarse en repulsa de este tipo de violencia. Un acto al que asistieron todos los portavoces del consistorio gijonés así como mandos de la Policía Nacional y la Guardia Civil y distintas asociaciones de la mujer en la ciudad. Todos portaban un cartel con el nombre, día y ciudad de nacimiento de las víctimas españolas en este 2015. Cuarenta y ocho voces resonaron en un profundo silencio. La alcaldesa, Carmen Moriyón, inició el homenaje recordando a la hostelera gijonesa Sonia Mitre asesinada el pasado mes de julio, sin dejar de mirar al público, donde se encontraba la madre de la fallecida visiblemente emocionada.

"Tenemos que motivar a la ciudadanía y ayudar a la sensibilización de todos. No sólo con las víctimas, también aquellas que han quedado marcadas de por vida. Es una cuestión de Estado", subrayó Moriyón.

Tras el recuerdo de cada mujer colocaron una cinta, con el nombre correspondiente, en un árbol seco y pintado de blanco.

Por la mañana 42 centros educativos de Gijón recordaron a las víctimas con homenajes protagonizados por escolares y profesores y la suelta de 48 globos morados. Los 27 ediles del Ayuntamiento se repartieron por otros tantos centros para compartir el acto de reivindicación.