Sara Prado y Antonio Fernández llegaron hace cinco años a Llanera, procedentes de Oviedo. Desde un primer momento su intención era quedarse en el concejo, por la ventajas que propiciaba su ubicación. Los primeros años vivieron de alquiler en la localidad de Villayo, y hace algo menos de un año compraron la vivienda en la que residen ahora en Remoria de Arriba. Antonio lleva una explotación de ganado vacuno. Y Sara trabaja en un centro de logística situado en Llanera, precisamente debido a su excelente ubicación. "La situación del concejo influyó mucho a la hora de comprar; estar en el centro de Asturias es una ventaja; en su día alquilamos casa con cuadras y fincas y la que compramos también fue con cuadras y fincas; lo mejor que tiene Llanera es que estás en la zona rural pero al mismo tiempo estás muy centro, y a un paso de todo, es muy cómodo", explica Antonio.
No obstante, el precio de la vivienda no es, ni mucho menos, barato en el concejo. La paciencia y la suerte jugaron a su favor. Encontraron una vivienda de segunda mano en Remoria de Arriba que se acomodaba perfectamente a lo que estaban buscando. El último escollo que tuvieron que superar fue la financiación. Las entidades bancarias se lo pusieron muy difícil para que consiguieran acceder a un crédito. Pero finalmente, tras muchas vueltas consiguieron su propósito.
