Aunque la atención estaba en la tarima, en la que candidatos a diputados y senadores se hicieron la foto de familia, el morbo político estaba en el público. Tras la sangrienta brecha que dividió a los conservadores asturianos, era la hora de la reconciliación, y todos guardaron la cortesía y las formas. El secretario general de Foro, Francisco Álvarez-Cascos, se mostró satisfecho durante los dos actos de presentación, aseguró que "respalda" todos los discursos y negó que se trate de un camino cuyo final sea la fusión por absorción de su partido. "No es el primer paso a una unión, en Navarra llevan 26 años en coalición", aseguró.

Las raspaduras internas que ha ocasionado este acercamiento se dejaron sentir, sin embargo, más en las ausencias que en las presencias. En el acto celebrado en Gijón fue sonora la ausencia de la alcaldesa Carmen Moriyón, y los concejales de su equipo, que "plantaron" a la presentación pública de la alianza, justo en el principal territorio bajo el poder de Foro. La ausencia abona la tesis (desmentida por la dirección regional) de que el pacto ha levantado ampollas en el ala gijonesa del partido, con relaciones muy tirantes con la dirección regional. Por el lado del PP, las ausencias estuvieron en Oviedo. Ni el portavoz municipal, Agustín Iglesias Caunedo (al que acaba de abrir expediente el partido por su imputación en el caso Pokémon) ni ningún miembro de su equipo aparecieron por el acto.