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FERNANDO FUEYO | Párroco de San Nicolás (Gijón), capellán del Sporting y exmisionero en Burundi | Memorias y 2

"En el cielo me presento con el carné del Sporting, pero más con el de misionero"

"Buscábamos terreno para la parroquia y el alcalde Palacio se cerró en banda, pero Tini Areces tiró para adelante con ello"

"En el cielo me presento con el carné del Sporting, pero más con el de misionero"

El sacerdote Fernando Fueyo (Gijón, 1937) cierra sus "Memorias" para LA NUEVA ESPAÑA con su experiencia como misionero y como párroco.

Hospital Asturias. "En Burundi nos encomendaron la misión de Ntita, diócesis de Kitega, muy desatendida socialmente y con el centro de salud más cercano a 50 kilómetros. Al mismo tiempo que llevábamos la parroquia fuimos haciendo escuelas y el Hospital Asturias. En ese momento se fundó Medicus Mundi, con Luis Legaspi como delgado de Misiones aquí en Asturias, y los doctores Luis Estrada, Ignacio Camblor, Llavona, Gustavo Losa, Luis Barneo?, un grupo sensacional de médicos que estuvieron allí y vieron la realidad sobre el terreno. El hospital se dedicó sobre todo a maternidad y al 'kwashiorkor', la desnutrición infantil, y sentó cátedra en Burundi. Al año de llegar se nos unieron cuatro monjas de la Residencia Covadonga de Oviedo. En total, pasamos por allí no menos de quince monjas y ocho o nueve curas. En 1972 se produjo el genocidio de la etnia hutu, con 250.000 muertos en tres o cuatro meses a manos de los tutsi, que estaban en el poder. A los que destacaban un poco por tener formación, maestros o catequistas, y que sabían francés, se los llevaban en camiones. En ese momento vine a España y aquí no se sabía nada de aquello. En el aeropuerto me esperaban Legaspi y el periodista Manuel de Unciti, que tenía en Madrid una residencia de estudiantes de Periodismo, y recuerdo que él difundió aquellos hechos. Y Legaspi fue un respaldo grandísimo; siempre dijimos que gracias a él existían las misiones asturianas".

Lengua clasificatoria. "La misión de Burundi fue una experiencia riquísima. Además de llevar la parroquia, con los sacramentos o la catequesis, había que hacer de todo, como coger el camión a las cinco de la mañana e ir a la capital por caleyas, cinco horas, a cargar cemento o uralita para construir las escuelas o el hospital. En este último nos ayudó muchísimos José Antonio López González, "Toño", que era diácono entonces y hoy es cura en el Valle del Huerna. En la parroquia, durante dos o tres años, tenías que escribirlo todo y con la ayuda de un catequista del lugar, porque ya digo que la lengua kirundi es dura. Es una de esas lenguas bantúes de tipo clasificatorio y el diccionario que hizo un Padre Blanco (que también escribió una gramática y una recopilación de más de 3.000 refranes riquísimos) es bien grueso y con mucho vocabulario. De los nuestros, el que me mejor la dominó fue Ángel González, pero dedicándole tiempo y tiempo".

Tres ambulancias. "Volví a Asturias en 1981, pero he seguido en contacto con Burundi. Hacia 1977 habíamos llevado una ambulancia conseguida con donaciones asturianas, y la última en 2014, junto con 60.000 euros. En este último envío colaboró mucho el abogado Armando Menéndez y seguimos ahora con proyectos para un puente o una ambulancia todoterreno y material de hospital. El Club de Tenis y el Club de Regatas tienen actividades con ese fin. A mediados de los años ochenta expulsaron de Burundi a todos los misioneros extranjeros, y entre ellos los asturianos José Manuel Álvarez, "El Peque", que hoy es párroco de Jove, y Alejandro Catalina, que en el presente está en Benín. Tras aquella expulsión fue cuando la diócesis inició esa nueva misión de Benín".

Experiencia en el Occidente. "Cuando vuelvo, don Gabino (Díaz Merchán) ya pensaba en crear la parroquia de San Nicolás de El Coto, en Gijón, pero era complicado porque tenía que desmembrarse del Corazón de María, por abajo, y, por arriba, de Ceares, donde estaba de párroco Antonio Montero, hermano de José Luis Montero, el actual cura de esa misma parroquia. Montero estaba un poco reacio a dividir la parroquia, pero después, cuando se enteró de que venía yo, dijo: 'Si es con el hijo de Manolín, el de Casa Fuente, cortad por donde queráis'. Fue todo un caballero. Pero entre que se hacía todo eso, don Gabino me dijo que fuera de cura a Trevías, donde estaban Faustino Villabrille, muy volcado en la cooperativa, y Chuso Álvarez. Tenían un poco fama de rojillos y un día, bajando de Ayones, les tiraron al río con el coche. Así que don Gabino me dijo que como yo llegaba de fuera me mandaba allí. Fue una experiencia muy buena del occidente de Asturias y conecté muy bien con la gente".

"¿Cuándo falló San Nicolás?". "El 20 de noviembre de 1983 don Gabino me nombró párroco de San Nicolás y durante nueve años la parroquia estuvo repartida por varios locales: el gimnasio del Colegio de las Dominicas, un semisótano en la calle Quevedo (durante nueve años, todos apretados, pero contentos), locales del Colegio Campoamor, del cuartel de El Coto, de la residencia de mayores Clarín, en El Bibio, del Colegio Cisneros? Mientras, estuvimos buscando terreno para la nueva iglesia y pusimos los ojos en este mismo solar, pero el alcalde José Manuel Palacio se cerró en banda. Pero cuando Tini Areces llegó a la Alcaldía nos dijo que si el barrio necesitaba esto había que tirar para adelante. Le estoy agradecidísimo por aquello, con lo que se movió mucho el entonces obispo auxiliar, Pepe Sánchez. Hicimos un eslogan: '¿Cuándo nos falló San Nicolás? Jamás', y en 1992 inauguramos la nueva iglesia, que costó 120 millones de pesetas salidas de los bolsillos de toda la gente, que tiene la parroquia como algo propio. Ya no debemos ni un céntimo, en parte gracias a la lotería de 2012, cuando vendimos el anterior al primer premio. Nos faltó un padrenuestro, pero fueron 800.000 euros muy bien repartidos. Espero morirme trabajando en San Nicolás, mientras el cuerpo aguante. No me veo jubilado. Conozco a toda la gente y veo que me quiere, pero también ellos ven que yo les quiero".

Gol en Ntita. "Al Sporting soy aficionado de toda la vida. Cuando me fui a Burundi, las noticias y los resultados nos llegaban tres semanas después, por el correo, con los periódicos. Cuando empezó Radio Exterior, un día jugaba el Sevilla en Gijón y no se puede ni imaginar lo que era escuchar: '¡Gol en El Molinón!'. Estábamos allí, en Ntita, con la radio y rodeados de críos a los que les decíamos: 'Silencio, que hay cosa importantes en nuestro país'. Había dos Julián Mariñas, padre e hijo, que eran locutores deportivos y los lunes hacían un resumen de la jornada anterior, pero daban por supuesto que ya se conocían los resultados y decían: 'Fácil victoria de no sé quién sobre no sé qué otro'. Y les escribimos una carta: 'Somos unos curas asturianos, ¿no habría manera de especificar un poco más los goles? ¿Y puede usted hablar un poco más alto, que a veces no le oímos?'. Y Yayo agregó: 'Si dieran también los resultados del Caudal de Mieres?'. A los ocho días ellos lo comentaron en antena, y dieron los resultados y hablaron más alto".

Pirómano en Oviedo. "Por amistad con Ortiz, delgado del equipo y exdelantero, empecé a ir por el club, donde ya era capellán un carmelita, Dionisio Alonso. Estuve un tiempo en el banquillo, como capellán de reserva, pero hará ya veinte años que soy titular. Tengo mucha relación con los jugadores y veo al Sporting permaneciendo en Primera. No está bien decirlo, pero el sportinguismo lo alimento con antioviedismo. Siempre fui muy anticarbayón y cuando pasaba por Oviedo en autobús con los chavales del campamento gritábamos: 'Esta ciudad la vamos a quemar', así que a este cura lo nombraron persona 'non grata'. En aquel tiempo hubo en el Naranco unos incendios muy fuertes y alguien dijo: 'El pirómano habrá sido el cura de El Coto, porque por eso lo echaron de Burundi'. Fue un casus belli. Era Masip alcalde".

Carnés. "A veces me preguntan con qué me voy a presentar ante las puertas del cielo, y si lo voy a hacer con el carné del Real Sporting. Sí, pero ante todo lo haré con el carné de misionero, el de los once años de Burundi. También llevaré unas libretinas en las que voy apuntando cada día las misas que digo. En agosto iban 24.233. Y con ellas diré: '¡Hombre, Señor, con tantas veces que hemos tenido amistad e intimidad, no me falles!'. Y si me cierran la puerta armo la de coyer".

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