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Asturama | Los rostros de la noticia

Trescientas toneladas de generosidad

Dieciséis voluntarios trabajarán a dos turnos hasta Navidad para clasificar los víveres de la última campaña del Banco de Alimentos

Aspecto de la nave del Banco de Alimentos donde se desarrolla la labor logística tras la última campaña de recogida de víveres. NACHO OREJAS

"Con esto cubrimos el primer cuatrimestre del año". El balance de la campaña "La gran recogida" del Banco de Alimentos de Asturias no puede ser más positivo. Quien habla es el responsable de voluntariado y patrono de la entidad, Bernardo Sopeña, que ayer seguía desde primeras horas de la mañana el avance de la logística de esta campaña en la nave del polígono del Espíritu Santo (Oviedo), adonde están comenzando a llegar las primeras toneladas de alimentos que los asturianos entregaron en su última llamada a la acción. La primera estimación a pocas horas del cierre de la campaña cifraba en 240.000 kilos el peso de las solidaridad de los asturianos, pero ayer la directora de la Fundación Banco de Alimentos, María Velasco, avanzaba que ésta será una campaña de récord en el Principado, próxima a los 300.000 kilos de víveres con la suma de las últimas toneladas de centros escolares y sedes administrativas. "La gente está muy mentalizada y las donaciones fueron más que otros años", concretó la responsable. Solo durante la mañana de ayer se completó la clasificación de 25 palés.

Dieciséis voluntarios distribuidos en dos turnos de ocho personas se encargarán durante las próximas tres semanas de contabilizar los alimentos y separarlos en cajones por su tipología para después proceder a realizar los lotes correspondientes dando prioridad a los de fechas de caducidad más próximas. "Tenemos gente que incluso repite y están aquí en horario de mañana y de tarde", explica Sopeña sobre el grupo de "expertos" que trabaja "con mucha rapidez" para dar salida a los víveres para las familias con más necesidades.

Pero ¿cuáles son los productos que más donan los asturianos? Arroz, aceite y alimentos infantiles. "También tenemos mucho stock de pasta. En algunos supermercados llegaron a agotar el arroz y el aceite de oliva; las estanterías quedaron vacías", cuenta Sopeña. Ahora todos esos productos se están colocando en grandes cajones de 450 kilos de capacidad. "Lo primero es clasificar la leche", aclaran los voluntarios, quienes valoran el gesto de muchos asturianos que en los últimos minutos de la campaña que se cerró el pasado fin de semana "te daban 100 y 50 euros para comprar los alimentos que hicieran falta", relata Sopeña.

Productos precocinados

En las familias, la mayor demanda continúa siendo la de alimentos parcialmente cocinados porque la crisis actual no sólo es económica, también energética y "hay familias que no tienen dinero para pagar luz o gas; tener unas alubias listas en 10 minutos es una ventaja en lugar de tener el fuego encendido toda la mañana", argumenta el responsable de voluntariado.

Sorprendentemente en ninguno de los lotes recibidos de esta última campaña en comercios, colegios y empresas se incluyen productos navideños. Para paliar ese déficit han realizado un pedido de turrones con parte del fondo de víveres del que disponen a lo largo del año para hacer llegar a las familias algunos dulces en estas fechas. No es, sin embargo, la prioridad. Este 2015 se cerrará con dos millones de kilos de alimentos recogidos que alcanzarán a unos 25.000 beneficiarios. También han ganado en voluntarios. En cualquier caso, la demanda de víveres "se mantiene", aclaran los responsables. Tranquiliza que la solidaridad se mantenga al alza.

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