"Siempre estuvimos abiertos a revisar el reglamento". Las palabras del vicerrector de Estudiantes, Luis Rodríguez Muñiz, tras la reunión convocada, ayer, por el Consejo de Estudiantes para revisar la normativa de permanencia en la Universidad de Oviedo evidencian un primer paso para el acuerdo entre el gobierno de la institución académica y el alumnado, decisión que deberá pasar, no obstante, por el pleno del Consejo Social. La mesa de diálogo y negociación convocada por los estudiantes con los miembros del Consejo Social para debatir una propuesta formal de modificación en algunos de los aspectos más controvertidos del reglamento tuvo un resultado positivo. "Hay un consenso de mínimos", subrayó el presidente del Consejo de Estudiantes, Jorge Fernández Iglesias.

Tal vez por eso el clima de la reunión fue "cordial" y "sin ningún problema", como evidenciaron algunos de los presentes a la hora de abordar el complejo reglamento que mantiene soliviantados desde hace meses a los estudiantes. "En algunas cosas estamos de acuerdo", reconoció el vicerrector de Estudiantes ante la propuesta de mínimos planteada desde el Consejo de Estudiantes. Rodríguez abundó en que existen algunos ámbitos en los que se encuentran plenamente de acuerdo en la filosofía del alumnado aunque no así en la plasmación de esas ideas sobre el papel.

Desde el equipo de Gobierno de la Universidad sí acceden a suprimir la obligatoriedad de tener aprobados al menos 48 créditos correspondientes al primer curso de la carrera al finalizar tercero como se aprobó en la reunión del Consejo Social de mayo, aunque nunca se incluyó formalmente en el reglamento. "Más difícil" ve el vicerrector de Estudiantes la posibilidad de asumir que se rebaje de 90 a 78 el número de créditos que el alumno debe haber superado al finalizar el tercer curso de la carrera como proponen desde el Consejo de Estudiantes. Luis Rodríguez Muñiz aprecia necesario, no obstante, "que se fije un marco de diálogo" para abordar cualquier cuestión de este tipo.

Para ello, el acuerdo de la mesa de negociación inaugurada ayer pasa por abrir una comisión mixta en el seno del Consejo Social para concretar las reformas a introducir en el reglamento.

La directora de Universidades, Cristina Valdés, que no pudo asistir a la cita por la coincidencia con la presentación del proyecto de presupuestos de su departamento, sí trasladó a los miembros del Consejo de Estudiantes su disposición a "dialogar", así como la confirmación de que "hay cosas que mejorar" en la normativa vigente de permanencia en la Universidad de Oviedo pero desde el Gobierno regional "no existe ningún problema" para afrontar tales modificaciones.

En la actualidad son medio millar de estudiantes los que se encuentran en riesgo de expulsión por no cumplir con la normativa, "aunque desde el mes de septiembre esa cifra habrá aumentado bastante", advirtió el presidente del Consejo de Estudiantes, quien señaló que las modificaciones propuestas por parte del alumnado responden "a los intereses de los asturianos".

Según Jorge Fernández la reunión transcurrió en un clima "de diálogo" y con intención de "acercar posturas". A la llamada del alumnado acudieron PP, Podemos, IU, UGT y CC OO, además del representante del Rectorado, que conforman todos ellos el pleno del Consejo Social.