El nuevo pacto de concertación nace sin presupuesto. No hay partida presupuestaria definida en las cuentas de 2016, lo que complica unas negociaciones que nacen con posiciones bien dispares entre el Gobierno regional, la patronal FADE y los sindicatos UGT y CC OO. El consejero de Industria, Empleo y Turismo, Francisco Blanco, se mostró optimista y afirmó que tanto si se aprueba el proyecto presupuestario como si no, "hay margen para la gestión". También acusó al Gobierno central de que "haya poco dinero" por las "restricciones presupuestarias" que impone a las comunidades autónomas. Alberto González, director general de FADE, fue sin embargo bien directo: "Las propuestas deben tener respaldo presupuestario. Que busque el Gobierno de dónde saca las partidas". La "reorientación" del modelo de pacto social también genera discrepancias entre los empresarios y los sindicatos.

El Acuerdo por el Empleo y el Progreso de Asturias (AEPA) 2013-2015 preveía la movilización de 2.280 millones de euros durante su vigencia, de los que 1.500 se destinarían a inversiones. El Gobierno regional, FADE y los sindicatos analizaron ayer el grado de cumplimiento de aquel pacto, que según Francisco Blanco fue "satisfactorio" en líneas generales, a excepción del apartado de inversiones en infraestructuras, que fracasó "por la crisis".

La tirantez entre el Gobierno regional y los empresarios ya viene de días atrás, por las duras críticas de la patronal al proyecto presupuestario del Gobierno regional, que pese a crecer el 4,1% para 2016, hasta los 4.121 millones de euros, aumenta el gasto corriente un 4,2% mientras reduce la inversión un 8,3% en lugar de incrementarla para impulsar el "dinamismo económico y la competitividad" de la región.

El consejero de Industria replicó ayer, antes de entrar a la reunión de la concertación, que "si hay poco dinero no es culpa de lo que hace este gobierno (del Principado), sino culpa de un escenario económico general, con un techo de gasto impuesto por el Gobierno central y una crisis económica que no permite mayores ingresos". Y añadió que "el escenario actual es de restricciones presupuestarias importantes, y eso es algo que no decide el Gobierno asturiano". Es más, remarcó que "se nos acusa (al Ejecutivo regional) de lo contrario, de cobrar demasiados impuestos".

La negociación del nuevo pacto social se prevé cuando menos compleja. Las diferencias también son patentes entre la patronal y los sindicatos, que coinciden en la necesidad de cambiar el modelo pero sin mucha sintonía en la "reorientación".

El director general de FADE, Alberto González, planteó que Asturias "necesita crecimiento económico" y advirtió de que "todos los datos son preocupantes para la recuperación económica y quizás no todos están suficientemente sensibilizados desde el gobierno y las instituciones". La patronal plantea un "cambio profundo del modelo" y una "apertura de mentes" para aplicar medidas atrevidas en diversos sectores, como el sanitario, el turístico y al campo asturiano en términos generales.

Antonio Pino, secretario general de CC OO de Asturias, remarcó que la "reorientación" debe ir encaminada a una concertación "muy pegada a la realidad de las demandas de los ciudadanos y de los trabajadores". Las prioridades son la estrategia industrial, las infraestructuras, la protección social, la formación, la Sanidad y la Educación.

Justo Rodríguez Braga, secretario general de UGT de Asturias, alertó del riesgo de "generar falsas expectativas" cuando se habla de cambiar el modelo, "porque igual estamos hablando de cosas distintas" a los planteamientos de la patronal. El dirigente ugetista indicó que "es importante poner las condiciones" para que se pueda crear empleo, pero también exigió "un mayor compromiso de los empresarios para crear empleo y crecer".